Perceptivamente destacamos sus irregularidades e imperfecciones, idea premeditada con el fin de evocar un carácter primitivo y rústico. Gracias a la mano de obra no especializada se consigue esa sensación de refugio o cueva rudimentaria. Su materialidad terrosa hace referencia al legado cultura de la zonas de Paquimé y Casas Grandes.
La concepción formal se encuentra sumergida e integrada perfectamente en su contexto. Se trata de volúmenes dispuesto en zigzag que parecen emerger de los árboles existentes.
Descripción del proyecto por OAX Arquitectos
Casa Majalca es una edificación sustentable proyectada en una ubicación privilegiada de excelentes vistas hacia formaciones rocosas características de la zona.
Se encuentra en un lote campestre de proporción 1:4, con un frente muy estrecho, carente de servicios públicos (agua, luz eléctrica, drenaje, gas, etc) y con la preexistencia de un par de árboles endémicos que proveen de sombra, rematando en su parte posterior con una cañada natural.
Casa Majalca se conceptualiza como una casa sustentable de descanso equipada para estancias temporales (en verano y/o invierno) que propicie la realización de actividades al aire libre y permita socializar con la comunidad de la zona.
El programa arquitectónico propone recámaras con capacidad de recibir a una familia completa en cada una de ellas con literas y un baño completo, el resto se compone por un área social amplia con terrazas, un área grande de almacenamiento y un espacio techado para motocicletas.
El conjunto se resuelve a través de una serie de volúmenes escalonados de forma ascendente hacia el centro de la propiedad, que se abren hacia la vista frontal predominante, configurados a manera de zigzag para conservar los árboles preexistentes y rematando en un último volumen aislado con pendiente encontrada para lograr la orientación óptima de los nueve paneles solares necesarios para el consumo del recinto.
Estos volúmenes se integran al paisaje como monolitos de piedra característicos del Parque Nacional Majalca, con un color que se mimetiza con la tierra, haciendo referencia al pasado cultural de las zonas arqueológicas de Paquimé y Casas Grandes.
Debido al uso de mano de obra local no especializada, se apostó a un concepto de imperfección que le proporciona un carácter rústico y brutalista similar al de un refugio primario o caverna, tratando de emular lo que significaría habitar estas grandes rocas desde su interior.
La orientación y arremetimientos de la casa ayudan considerablemente a adaptarse a las condiciones de las temporadas en que se habita. En invierno reduciendo la demanda de calefacción. Y en verano protegiéndola de los rayos solares con una inercia térmica eficiente a partir de: el uso de ventilación natural cruzada resuelta con diferentes alturas, un sistema constructivo a base de muros de block con aislante y sin puentes térmicos, con acabado de concreto de 7.5 cm de espesor por ambos lados. Además, se consideró un techo de lámina rolada, con una pendiente mayor al 5% para las nevadas recurrentes, compuesto por estructura metálica, aislante térmico y al interior por un plafón de madera reutilizada, obtenida de huacales usados para transportar los materiales de construcción. Para el consumo de agua se considero un tanque elevado con alimentación de agua de pozo y un biodigestor, para reducir el consumo de agua no se diseñó ninguna área ajardinada distinta a la vegetación endémica del sitio.