El color juega un papel primordial, ya que vistiendo de azul oscuro las paredes y encuentros, se resaltan las cualidades del espacio. Con estos gestos el usuario se ve envuelto en un ambiente fluido y animado que lo acompaña en el acceso al edificio.
Descripción del proyecto por Miel Arquitectos
Los años 70’s fueron tiempos de esperanza y desenfreno, de toma de riesgos morales y formales, de apertura de caminos y sueños. Había demostraciones que cortaban la diagonal o corrían frente a grises, la gauche divine catalana la pasaba de copas en el Bocaccio, los ecologistas nacían, se reconocían y empoderaban e Ibiza comenzaba a nutrirse de los autodenominados hippies… cada cual con su tono componía la melodía de esperanza que sonaba en sus adentros.
En el techo del vestíbulo de Pintor Pahissa 39 permanecía anquilosada la fluida melodía de aquel tiempo de juventud, pero arrinconada por la sobriedad del resto de paramentos llevaba tiempo condenada a desaparecer.
Nuestro proyecto consiste en encender de nuevo la llama, reavivar la jovialidad original de sus curvas sinuosas para extenderlas por las paredes e incluso capitanear la conquista, hacia el interior, de un soportal cuyos habitantes más recientes eran las moscas y el polvo.
Las líneas del tiempo liberado, vestidas de azul oscuro en este caso, enaltecen el andar de sus transeúntes obligados a zambullirse en este mar burbujeante.
Llamadnos presuntuosos pero, ¿creéis posible que tal reconfortante escenario permita la existencia de una vida indiferente?... va a ser que no!