Memoria de proyecto
En Suiza hay una tendencia actual a la tranquilidad profesional especialmente en el mundo de la arquitectura donde los arquitectos prefieren satisfacer sus encargos en un estudiado silencio. Todo está en el hacer y hacerlo lo más perfectamente posible. Todo está en cómo responder adecuadamente, más que en la propia pregunta. Los debates sobre algún tipo de compromiso son simplemente inexistentes. La restricción de la cultura de la arquitectura para la construcción de edificios, por interesante e innovador que el proyecto que sea, es la de limitar el ámbito de su disciplina. La arquitectura siempre ha tratado la proyección de espacios, si estos pueden ser construidos o simplemente imaginados. Si un camino más amplio de abarcar la práctica ha de ser admitido, el posicionamiento cara a cara de los arquitectos con la sociedad y las cuestiones políticas que puedan sugir es algo agobiante.
La figura emblemática de Claude Parent nos muestra las dificultades que atraviesa el arquitecto cuando se enfrenta con el poder de lo establecido. Diseñando ambas esculturas experimentales con André Bloc, practicando 'architectures-principe' con Paul Virilio y la construcción de las centrales nucleares, el trabajo del arquitecto es epónimo de la complejidad del asunto.
Cuando se trata de acercarse éticamente a los cuestionables encargos las preguntas no son sólo si un arquitecto debe construir, o no, una prisión, o si él o ella hacen bien al aceptar un proyecto, sino más bien cómo, a través de sus habilidades y herramientas arquitectónicas pueden crear una zona donde el debate pueda surgir. La arquitectura no debe rehuir las cuestiones esenciales relativas a instituciones tan poderosas y violentas y más aún en un período de la sobrepoblación mundial.
PAROLE - Champ-Dollon 1/24 por Bureau A. Fotografía © Dylan Perrenoud.
En algún lugar entre el ámbito de la experimentación científica y las pruebas socio-psicológicas llevadas a cabo por Stanley Milgram o Philip Zimbardo en la década de 1970, PAROLE es una propuesta para abrir el debate de compromiso en el campo de la arquitectura. Usando una reproducción parcial de la prisión de Ginebra de Champ-Dollon, hoy conocida por sus relaciones de ocupación máxima, adaptadas precisamente a la escala de los ratones de laboratorio (1:24), PAROLE es un intento de demostrar cómo la arquitectura puede apoderarse de la situación.
En la tradición de la arquitectura escultural definida por Michel Ragon en los años sesenta, los experimentos formales pueden ser utilizados con el fin de mostrar el compromiso de cara a los problemas sociales y políticos de cualquier momento histórico. PAROLE es un objeto simbólico que se define a lo largo de las fronteras de los modelos arquitectónicos Arte-Cultura, y un espacio de vida limitada: la jaula.
La fragilidad de su arquitectura es un reflejo de la precaria situación de una profesión que se siente incómoda entre las raíces culturales e históricas y la búsqueda inevitable de poder y control, entre el constructor y el arquitecto utópico uno niega sistemáticamente el sistema.
Texto.- Bureau A.