Gracias a la activación de los diferentes espacios públicos y de la creación de otros nuevos, el proyecto consigue activar las riberas del río como espacios de disfrute y contemplación de su fauna y flora. La intervención promueve la biodiversidad transformando la orilla en un ecosistema más diverso que recupera distintas especies de vegetación local, rocas, arena y biorrollos.
Nueva infraestructura verde en el Río Somes por PRÁCTICA. Fotografía por Sergiu Razvan.
Descripción del proyecto por PRÁCTICA
El proyecto entiende el río Somes como un corredor verde capaz de conectar otros espacios públicos cercanos gracias a la incorporación de una red de caminos, carriles bici y puentes peatonales. El curso del río adquiere grosor, dando lugar a un conjunto de nuevos espacios públicos: aparcamientos convertidos en plazas con vistas al río y orillas que incorporan playas y gradas. Se consigue así activar las riberas como verdaderos espacios para acceder al curso fluvial y contemplar y disfrutar su fauna y flora.
El proyecto recupera el carácter natural del entorno, expandiendo y modificando el borde delgado y duro preexistente en un entorno más suave y natural. La actuación fomenta la biodiversidad, la formación de microclimas, la absorción de CO2 y el control de especies invasoras.
El proyecto rediseña el río como un nuevo espacio social que funciona a distintas escalas y con diversos programas, una nueva infraestructura verde, un espacio de encuentro e intercambio entre las diversas comunidades que habitan la ciudad de Cluj-Napoca, de más de 300.000 habitantes.
Nueva infraestructura verde en el Río Somes por PRÁCTICA. Fotografía por Imagen Subliminal.
El río Somes atraviesa la ciudad de Cluj-Napoca (Rumanía) a lo largo de 15 kilómetros, topándose con condiciones urbanas diversas: el centro histórico, zonas industriales y barrios de viviendas de los años 60 y 70. Durante la segunda mitad del siglo XX, sus ribas fueron modificadas con muros de hormigón, que establecieron una drástica diferencia de altura y limitaron la relación visual y física ciudad-río.
Este proyecto nace de un Concurso internacional abierto convocado en el año 2017. Es un ejemplo de regeneración y renaturalización urbanas, que revaloriza el papel del Somes para la ciudad, así como el vínculo entre ambos. El río se concibe como un corredor verde que, a través de una red de caminos de movilidad sostenible, conecta múltiples espacios públicos y zonas verdes. A su vez, se diseña un sistema de terrazas naturales para renaturalizar el entorno, transformando el duro límite entre la ciudad y el río en una riba más ancha y permeable que permite la biodiversidad.
El río como conector verde y espacio público revalorizado
El proyecto entiende el Somes como un corredor verde capaz incluso de conectar con otros espacios verdes cercanos, que funcionaban de forma aislada (el Parque Central Simion Bărnuțiur o el Parque Cetățuia). Y ello gracias a la incorporación de una red de caminos peatonales y carriles bici.
Su curso adquiere grosor gracias a la activación de un conjunto de nuevos espacios públicos: aparcamientos convertidos en plazas con vistas al río y orillas que incorporan playas y gradas. Se consigue así activar las riberas como verdaderos espacios para contemplar, disfrutar y acceder al curso del río, su fauna y flora.
Nueva infraestructura verde en el Río Somes por PRÁCTICA. Fotografía por Imagen Subliminal.
Renaturalización
Si bien era importante transformar el Somes en una espina conectora de espacios públicos, resultaba también imprescindible potenciar sus valores medioambientales y ecológicos. El proyecto recupera el carácter natural del entorno, expandiendo y modificando el borde delgado y duro preexistente en un entorno más suave y natural. Ello se consigue gracias al ensanche de la sección fluvial, que sirve de soporte para un sistema de terrazas. Y permite convertir la orilla en un ecosistema más diverso, que recupera distintas especies de vegetación local, rocas, arena y biorrollos. Se fomenta la biodiversidad, la formación de microclimas, la absorción de CO2 y el control de especies invasoras.
Polo de atracción comunitaria y de colaboración interdisciplinar
El proyecto rediseña el río como un nuevo espacio social que funciona a distintas escalas y programas, un espacio de encuentro e intercambio entre las diversas comunidades que habitan la ciudad.
La recuperación de los márgenes tiene múltiples beneficios, más allá de estratos sociales y fronteras físicas. Actúa como una nueva infraestructura participativa que aborda por igual el contexto local y el global. Propone un nuevo marco para el diálogo y la convivencia por medio de la arquitectura, y aúna los esfuerzos de un amplio equipo multidisciplinar (español y local) formado por profesionales de la arquitectura, paisajismo, ingeniería, urbanismo, así como organismos gubernamentales y la ciudadanía usuaria cotidiana del lugar.