El equipo aprovecha la gran espacialidad de esta dotación industrial para crear diferentes zonas abiertas, dando respuesta a un programa caracterizado por situar al fondo de la nave un parking, disponer en la parte intermedia el espacio de oficinas y baños, y en la parte frontal, una zona de espacio común vinculada al porche de la zona de acceso. Esta última aprovecha las vistas del espacio exterior mediante la transformación del viejo aparcamiento.
Descripción del proyecto por Tangram
78 Seventy Eight es una empresa zaragozana con éxito a nivel internacional y que se encuentra pleno proceso de expansión. En línea con este crecimiento precisa de unas nuevas instalaciones acordes con la marca para lo que nos propone acondicionar esta antigua nave industrial.
Inmersa en un marcado entorno industrial, se caracteriza por un polivalente espacio interior libre de pilares gracias a una serie de cerchas metálicas que se integran en una sección en diente de sierra que baña de luz natural el espacio interior a través de unos grandes lucernarios. Los sobrios acabados y un amplio espacio exterior terminan de definir esta construcción que después de un tiempo dormida, se dispone a recuperar todo su esplendor.
La singularidad de la preexistencia marcará, sin duda, las líneas generales del proyecto. Rentabilizar la amplitud interior a través de un gran espacio común de trabajo, integrar la sección como identidad del viejo edificio y sumar el espacio exterior como parte indispensable del conjunto. La propuesta se divide en tres grandes ejes de actuación:
a) La incorporación del espacio exterior al proyecto mediante la reconversión del viejo aparcamiento en una barrera natural que permitirá aislarse del hostil entorno generando una atmósfera controlada, más humana y natural. La nueva zona verde avanza hacia el interior colonizando un espacio antes cerrado mediante un amplio porche donde exterior e interior se diluyen.
b) En sentido longitudinal, y como continuación del exterior un gran espacio abierto de trabajo, donde de forma gradual se ubican las diferentes áreas. En primera línea y en relación directa con el porche: la recepción, el office y una serie de espacios informales que fomentan la interacción y colaboración entre los empleados. En segundo término, los puestos más tradicionales ordenados bajo el gran lucernario central, en forma de bancadas perpendiculares a la fachada y delimitados al fondo por los despachos de dirección, garantizando con esta distribución la visual del espacio exterior de todos los empleados a través de una gran cristalera.
c) Las texturas que ofrecen la fábrica de termoarcilla vista y sus diferentes aparejos, la madera natural de pino americano, la constante presencia vegetal, la transparencia y reflejos del vidrio, unidas a la claridad de los lucernarios generan una sensación de calidez que, sumada a una estudiada acústica, tiene como resultado un agradable ambiente de trabajo.