Una excelente casa, que dialoga modestamente con su entorno urbano, ubicada en una zona tranquila, que se insertó en la trama urbana "con un pulso de cirujano, dentro de un entorno que ya dicta sus propias reglas".
La modulación, transparencia y sobriedad de los tonos, permite experimentar y vivir un espacio flexible y libre.
Descripción del proyecto por Sin Título Arquitectura
No vivo mal, no me lamento;
simpatizo con las visiones utópicas
de ese arquitecto, pero concluyo
que mi casa exige una ciudad distinta.
Alejandro Rossi, Calles y Casas
El camino que día a día recorremos como arquitectos es incierto y complicado en muchos aspectos; paralelamente es mágico y gratificante, una manera de vivir. Nuestro trabajo manifiesta nuestro pensamiento y nuestras búsquedas, convirtiéndose en estos pocos años una resistencia a las circunstancias. Deseamos seguir creciendo, explorando, aprendiendo, arriesgando y resistiendo dicho camino.
Día con día identificamos lo valioso que es conocer lo mejor posible a las personas que les diseñamos; si es posible procuramos intimar con ellas. Esto lo entendemos como un verbo vital para entender y relacionarnos con nuestro entorno y quiénes nos rodean, el cual intentamos reflejar en nuestra narrativa arquitectónica: intimar se ha convertido en un punto de arranque que nos permite identificar aspectos importantes, particularidades y deseos de las personas, su perspectiva y visión.
Vivienda Melón representa una aproximación a los deseos íntimos de sus habitantes. Su materialización es la muestra de un espacio diseñado y construido a la medida, una propuesta muy personal y a la vez integrado y en armonía con su comunidad; como el nuevo engranaje de un mecanismo. Ubicado en una colonia con una escala y de gran apropiación vecinal en el municipio de Morelia, el proyecto tiene sus raíces en la idea de dar sentido de pertenencia y fortalecer el arraigo con su comunidad a una pareja; donde las actividades cotidianas, usos y habitantes de la zona son una determinante para crear una obra que dialogue con todos estos escenarios.
Tanto el proceso constructivo y etapas de seguimiento técnico, sin duda, no son menos valiosos. Por el contrario, las percepciones y expectativas preliminares de lo construido en ese lugar generaron una participación e integración involuntaria, pero valiosa de los vecinos y transeúntes de la calle Melón esquina con Papaya por varios meses; hasta que finalmente se dieron cuenta que la narrativa final era la expresión natural y honesta en sus materiales expuestos, sin capas adicionales ni recubrimientos: atemporal y coherente como las herramientas y técnicas primigenias de construcción.
El programa se desarrolló conforme a las necesidades y pasatiempos de la pareja, así como la relación del proyecto con su entorno. Al exterior el proyecto se aísla en su planta baja para dar privacidad a los espacios de convivencia, mientras que en el primer nivel un ventanal permite la iluminación del estudio y se abre al exterior para dialogar con su entorno donde predominan los vanos reducidos. Al interior, un patio resguarda los espacios privados donde sus grandes vanos y herrerías crean un interesante juego de luces y sombras.
Más allá de un espacio privado, Vivienda Melón se entiende como un estudio habitable, dando un nuevo sentido a la máquina de vivir. Mediante el uso de bloque de hormigón, herrerías personalizadas y elementos de madera en las circulaciones, se genera una dinámica sobria y transparente que permite experimentar y generar espacios modulados y flexibles, abierto a posibilidades de variadas naturalezas.