El proyecto de Fernanda Canales propone diferentes alturas y orientaciones para las diversas piezas, acomodándose a la vegetación preexistente y a una topografía de fuertes desniveles. Con estas variaciones, crea a su vez jerarquías en función de la estancia que contiene cada bloque.
Las piezas se distribuyen conformando un patio irregular central. Las estancias principales, exceptuando habitaciones de invitados, servicios y cochera, se comunican espacialmente mediante pasos techados de vidrio. En cuanto a la relación visual, todos los bloques se independizan entre sí, se ciegan hacia el recinto central y se abren hacia el perímetro, en busca de vistas privadas del entorno natural. De esta manera, solo los pasos transparentes entre piezas introducen el paisaje al resguardo del patio.
Los materiales empleados son hormigón visto negro para su estructura, madera, piedra y cristal. Dos bloques contienen terrazas en su cubierta, mientras que los demás se rematan con cubiertas vegetales.
Descripción del proyecto por Fernanda Canales
Se trata de un proyecto que replantea la idea de casa y estructura distintos espacios alrededor de un gran patio. Esta solución se debe a la necesidad de respetar todos los árboles existentes del terreno y al deseo de que cada espacio reciba luz de mañana y de tarde. Esto produjo una especie de casa explotada, donde la vivienda se compone por bloques aislados que giran dependiendo de las vistas y la orientación y se acomodan para librar la vegetación existente.
El programa se resuelve en nueve bloques para que cada zona tenga cierta independencia y, al mismo tiempo, una relacióncon los distintos espacios. Los bloques de cocina-comedor-sala- habitación principal y habitación de hijos se vinculan por medio de unos pasos techados. El resto: dos bloques para habitaciones de invitados, servicios y cochera terminan de conformar el patio central y permiten que cada bloque dé hacia este patio y se abra hacia el otro extremo generando vistas privadas pero totalmente abiertas hacia el paisaje. Dos bloques albergan terrazas en azotea, mientras el resto de las techumbres se conforma por azoteas verdes.
Cada bloque tiene un altura distinta que corresponde tanto a su ubicación particular dentro de una topografía con fuertes desniveles como a las distintas jerarquías de cada espacio. La habitación principal se ubica en un segundo nivel, sobre la habitación de los niños y sobre un estudio que tiene su propia terraza. Un estudio más amplio se ubica sobre el comedor y es desde ahí que se accede a una de las terrazas de la azotea, que se encuentra sobre la sala. A la otra terraza en azotea se accede desde una escalera en el patio central, que resalta la independencia de los bloques pero también las secuencias y comunicaciones que existen entre ellos.
La casa se conforma por cuatro materiales: hormigón visto color negro, madera, piedra y cristal. La estructura es el acabado final y ese diálogo que existe entre el interior y el exterior y entre las distintas piezas aporta una imagen unitaria dentro de estructuras aisladas y con caracteres, alturas y dimensiones distintas.
Cada bloque se amolda a la topografía y simula que desaparece en el paisaje. El color negro y la condición pétrea de la casa ayuda a dotar al proyecto de un carácter atemporal. El acceso es el punto donde esto se hace más palpable, ya que se trata de un recorrido semi oculto donde van apareciendo fragmentos de los bloques que conducen al usuario de manera pausada y escalonada hasta el patio, donde se descubren los bloques ciegos y se abren los pasos transparentes que conectan las zonas principales. Estos pasos se abren tanto al interior del conjunto como al paisaje exterior y dejan entrever una serie de vistas que simulan penetrar en el recinto protegido del patio. Así, mientras el patio se cierra al exterior, también anticipa lo que se halla al otro lado de los distintos bloques.