El conjunto desarrollado por Smart Arquitetura está compuesto por veintiséis viviendas que mantienen un contacto directo con el entorno natural cercano pese a estar en medio de un contexto urbano de extrema calidad en términos de centralidad y accesibilidad.
Como un homenaje al paisaje, cada vivienda está pensada como un gran marco de hormigón revestido de madera que encuadra el entorno, invitando a los usuarios a disfrutar del bello horizonte. La ambientación con materiales naturales, como madera, piedra y la abundante vegetación, tratan de introducir el entorno natural y la serenidad que evoca el paisaje natural circundante.
Porto 1820 por Smart Arquitetura. Fotografía por Roberta Gewehr.
Descripción del proyecto por Smart Arquitetura
Una arquitectura que nació con la responsabilidad de intervenir con sensibilidad en el Skyline de Porto Alegre. Proyectado para dialogar y rendir homenaje a las aguas del Rio Guaíba y está al lado de la Fundación Iberê Camargo.
Encontrarse con los paisajes de Guaíba es percibir una faceta poética y subjetiva de este lugar donde vivimos. Es recibir una invitación para admirar el espectáculo que se hace en el horizonte y, desde allí, mirar de otra forma Porto Alegre.
Este horizonte nos fascinó en 2011, cuando vislumbramos, por primera vez, nuestra arquitectura enmarcando las aguas de Guaíba. Allí decidimos iniciar el proyecto Porto 1820, que reforzó nuestras creencias, ideales y, más aún, el compromiso constante con la intervención cualificada en el paisaje urbano.
Ubicado en un terreno de 3000 m² de superficie, con casi 70 metros de frente. A orillas del río, el proyecto dialoga con estas aguas que unen simbólicamente Rio Grande do Sul y Uruguay a través de la hidrovía compuesta por Guaíba, Lagoa dos Patos y Rio da Prata. Una unión física y cultural donde se establece un nuevo código arquitectónico contemporáneo fruto de la disposición sensible y acogedora del hormigón y elementos naturales como la piedra y la madera.
Esta escuela de arquitectura establecida en el sur de Sudamérica no sólo nutrió la creación de Porto 1820, sino que también ha sido la inspiración para los proyectos de Smart Arquitetura. Una arquitectura hecha de silencio y simbolismo en la integración entre lo urbano y lo natural.
El edificio está compuesto por 26 pisos con áreas que van desde 250 a 455 m² con vistas increíbles al río, y con acceso directo al parque lineal Orla, revela un paisaje natural virgen en medio de un contexto urbano de extrema calidad en términos de centralidad y accesibilidad.
Cada piso fue proyectado como un marco, realizado externamente en concreto e internamente en madera, para permitir enmarcar las vistas naturales, una obra de arte en constante transformación. La fachada, menos que un gesto arbitrario, surge como resultado de la una cuidadosa disposición de estos marcos, apoyados sobre una base de piedra monolítica que separa el suelo de los marcos en voladizo de hasta 3 metros.
Las áreas comunes y el paisajismo, desarrollado por Estúdio Obra Prima y Tellini Vontobel buscaron establecer una sensación de privacidad y comodidad inspirada en los hoteles de lujo, favoreciendo el acceso colectivo, pero el uso privado de los espacios de ocio, además de la ambientación estrictamente elaborada con materiales naturales, como madera, piedra y abundante vegetación.
En honor al Sur la escultura implantada en la fachada «La Tierra», creada por la artista gaucha Heloísa Crocco, está compuesta por azulejos elaborados con tierra uruguaya en su taller de Punta del Este, y recorrió el camino inverso de las aguas por carretera hasta llegar a Porto Alegre. Uniendo simbólicamente la tierra de Rio Grande do Sul, con la tierra uruguaya frente al río.