La selección de imágenes que recogemos para esta presentación es tan solo una pequeña muestra de su trabajo, diez fotos, son una selección reducida y sin embargo nos dan bastantes pistas de su trayectoria. Diez imágenes en blanco y negro, salvo una que queda salpicada por tres sillones rojos.
En estas imágenes no vemos personas, como ocurría en otras de sus series “The Art Circle / El Círculo del Arte” donde realizaba una reflexión sobre quiénes son los que validan y dan viabilidad a una obra de arte. Allí veíamos a los personajes retratados sobre una pequeña peana blanca, un elemento de composición que nos muestra cómo Mariela Apollonio planea y elabora cuidadosamente el espacio de sus tomas.
Algunas de las imágenes que aquí muestra, (el palacio, la guardería, el centro cultural) se caracterizan por ser arquitecturas que están en una fase intermedia de construcción, o de destrucción, esa visión del tiempo que depende en gran parte de la interpretación del espectador, una visión inconclusa de interiores de edificios destinados a alojar las actividades y efímeras vidas de sus ocupantes, una visión que puede ser tan desoladora como esperanzadora.
En sus tomas de exteriores también arroja una realidad diferente, un tiempo congelado donde sus paisajes también traslucen esa misma sensación de atemporalidad como ocurre con la inquietante y a la vez seductora imagen del paisaje del Auditorio y el Palacio de Congresos, una visión que se dramatiza e intensifica con los claro oscuros de la imagen en la toma de la Sede del Consejo Regulador.
La inclusión del tiempo se trasluce también en las dos imágenes de exteriores que ha elegido Mariela Apollonio. La visión del Centro Cultural Rambleta de Valencia se muestra a través de las ramas de los árboles, una visión menos épica y limpia del edifico pero también más natural. La restauración del Alto Horno nº2 de Valencia es más iconica aunque está arropada por las luces difusas del atardecer. Con estas imágenes nos muestra su manera de “entender la fotografía de arquitectura asumiendo que es, sobre todas las cosas, una manera de pensar y de arrojar algún sentido sobre la realidad. Cree, además, ineludible interpretar la arquitectura desde la subjetividad y el pensamiento, y todo ello sin ocultar la visión del autor.”
Su formación en Bellas Artes asoma por todos los rincones de su trabajo, como ocurre con la única imagen con tres gotas de color rojo que nos muestra en esta presentación, algo que también queda patente en la notoria abstracción de sus composiciones.
Una fotógrafa que se mueve por Europa con trabajos, clientes y exposiciones como si todo fuese el espacio que forma su casa, viviendo y trabajando entre Valencia y Berlín.
Texto por.- José Juan Barba. Dr. Arquitecto.