Al igual que en el resto del Campus, el edificio parte de la industrialización y el montaje en seco de sistemas estructurales y envolventes metálicas para garantizar la sostenibilidad del conjunto y cumplir con los plazos de tiempo establecidos. La estructura se configura como un entramado de barras metálicas, formando una superficie continua pero quebrada para mayor rigidez y comportamiento acústico interno.
Julia Powell Sports Hall por Rojo/Fernández-Shaw arquitectos. Fotografía por Luis Asín.
Descripción del proyecto por ROJO / FERNÁNDEZ-SHAW, arquitectos
El Julia Powell Sports Hall es una sala deportiva polivalente y que forma parte del nuevo campus del Runnymede College, un colegio de educación británica en Madrid. Fruto de un concurso de arquitectura, desde el año 2017 hemos trabajado en la construcción del conjunto como investigación sobre el espacio académico y la configuración de un espacio colectivo.
El Campus del Runnymede es un sistema abierto de pabellones en una parcela de 19.895 m2, de los que algunos son nuevas construcciones y otros son reformas integrales de estructuras existentes. Como estrategia, nos propusimos una integración y relación informal de las partes, en la cual las construcciones y los vacíos delimitan los espacios compartidos y lugares de encuentro por medio de alineaciones, frontalidades y rasantes siempre abiertas e incompletas.
Al fondo de la parcela se concentran las actividades deportivas, conformando un área de recintos cubiertos y descubiertos donde realizar las actividades físicas y de entrenamiento de las diversas edades: desde los juegos a los entrenamientos o los partidos de deportes reglados y federados.
El Julia Powell Sports Hall responde a la necesidad de una sala diáfana y polivalente, capaz de acoger tanto las clases de educación física, los actos académicos o los exámenes, cubriendo los requerimientos como sede federada del equipo de voleibol escolar.
Julia Powell Sports Hall por ROJO / FERNÁNDEZ-SHAW, arquitectos. Fotografía por Luis Asín.
Tomando como punto de partida el aprovechamiento de una cimentación existente (el sótano de una construcción demolida sobre rasante, pero delimitada bajo rasante por un muro de contención que forma una figura cuadrada de 30 metros de lado), el pabellón se sitúa en una cota bajo rasante, dejando ver desde el exterior solo una parte del volumen construido.
Está formado por un espacio alto (7 metros libres) y diáfano (29 *15 m), un vestíbulo de acceso en dos niveles superpuestos y en paralelo a la pista polideportiva, y un núcleo de vestuarios. El volumen sobre rasante se envuelve con una superficie translúcida de policarbonato y chapa galvanizada perforada, la cual garantiza una iluminación natural perimetral, así como un control ambiental eficiente y sostenible.
Al igual que en el resto del Campus, el edificio parte de la industrialización y el montaje en seco de sistemas estructurales y envolventes metálicas, para garantizar la sostenibilidad del conjunto y cumplir con los plazos derivados de la actividad del colegio. La estructura se configura como un entramado de barras metálicas, formando una superficie continua pero quebrada para mayor rigidez y arriostramiento, así como un mejor comportamiento acústico interno.