Las ventanas actúan como ojos de la vivienda, seleccionando las vistas cuando están las contraventanas abiertas. Las formas de los techos de las estancias ofrecen un juego de volúmenes diferenciando los espacios, mientras que la disposición de los azulejos en el pavimento te dirige en el camino por el interior de la vivienda.
Casa do Loureiro por Orgânica Arquitectura. Fotografía por José Campos.
Descripción del proyecto por Orgânica Arquitectura
Frente a lo «nuevo» nos apoyamos en principios que se han repetido a lo largo del tiempo. Son un terreno común, vernáculo o popular. Esto no es revivalismo ni posponer el presente; es más bien sacar a relucir una sensibilidad innata y, sobre todo, imaginar una casa que siempre ha estado ahí, es decir, en una unión entre la forma natural del lugar y la forma construida de la casa.
Se trata de una casa sencilla, situada en una zona costera del oeste del Algarve, en Lagoa, Caramujeira, y fue imaginada con la idea de intimidad y, al mismo tiempo, de apertura al paisaje. Se asienta sobre una plataforma superior horizontal, terreno principal y límite de la casa, donde ocurre la vida. Los espacios domésticos siguen el límite de la parcela, precisamente, el rincón más propicio al sol del sur, resguardado del viento, que por la tarde sale del mar.
Casa do Loureiro por Orgânica Arquitectura. Fotografía por José Campos.
Su ocupación se retoma en una estrecha franja en forma de «L», mientras que el perfil vertical del alzado recorta el cielo, resultado de los diferentes volúmenes de los espacios interiores.- cocina, estancias y dormitorios. En un proceso de sucesión aditiva y descubrimiento progresivo, cada espacio se distingue e individualiza con techos de diferentes geometrías y suelos con diferentes juegos.
La estrecha anchura de la casa prefigura una especie de «muro» habitado.- las paredes tienen espesor; las ventanas seleccionan las vistas, y son los ojos de la casa, con las contraventanas abiertas; la cocina cuadrada en la esquina señala su poder centralizador; las formas de los techos animan la vista y la disposición de los azulejos coincide con la incertidumbre de los pasos por la casa; las chimeneas revelan un orgullo particular.
Casa do Loureiro por Orgânica Arquitectura. Fotografía por José Campos.
Se vive en el exterior, y eso influyó en las dimensiones interiores, que son ni más ni menos que suficientes.
A lo lejos, desde el podio y la azotea, la casa mira al mar en busca de alegría y optimismo. El sol, el campo, los colores, el ocre de la tierra y el azul del cielo, son en estos tiempos inquietos un bálsamo de fantasía y estesia.