Hasta esta intervención, el disfrute del sitio no estaba garantizado para todos, ya que las personas con discapacidades motrices no podían acceder a él. Para abordar este problema, el proyecto genera superficies planas empedradas y espacios protegidos de la presencia de automóviles y de los fuertes vientos predominantes en el área.
El proyecto incluyó la demolición de una torre de señal acústica en desuso durante años, con el fin de "devolver al lugar sus características paisajísticas originales". Según el arquitecto, "la arquitectura se subordina al paisaje e intenta convertirse en su marco para su puesta en valor y protección".
Descripción del proyecto por Carlos Seoane
El faro de Estaca de Bares es un punto geográficamente singular por ser el lugar más septentrional de la península Ibérica, pero destaca también por su valor paisajístico, además de valores patrimoniales, como son el yacimiento de un castro celta justo bajo el propio faro y en sus proximidades los restos de una antigua base americana, además de valores antropológicos como los restos de unos antiguos molinos de costa y un puesto de observación del paso de aves migratorias que entran a la península por Estaca de Bares.
El proyecto de ordenación del entorno del faro de Estaca de Bares tiene por primer objeto la realización de las obras necesarias de mejorar la accesibilidad de todo el entorno y de un aparcamiento ya existente para los usuarios con alguna minusvalía.
El proyecto propone la adecuación del espacio para permitir su uso a minusválidos que, hasta ahora tenían limitada el disfrute del lugar a la visión que podrían tener desde su propio automóvil, siendo cualquier otro punto del entorno del faro totalmente inaccesible para ellos.
Para ello el proyecto genera superficies empedradas planas y espacios de estancia protegidos de la presencia de los coches y de los fuertes vientos dominantes en la zona, de modo que los minusválidos puedan encontrar un espacio propio desde el que participar del lugar, un espacio que es además el espacio más significativo de la propuesta y es utilizado finalmente por todo tipo de usuarios por ser quizás el ámbito de más calidad desde donde participar del paisaje.
Parte de la propuesta de este proyecto ha sido también la demolición de una torre de señales acústicas en las proximidades del faro y en desuso desde hace años, para devolver al lugar sus características paisajísticas originales.
El proyecto pretende en definitiva lograr espacios protegidos y de la máxima calidad para el uso de los minusválidos, pero también para el usuario común sin diferencias ni exclusividades. Una actuación donde como principio la arquitectura se subordina al paisaje e intenta convertirse en su marco para su puesta en valor y protección.