El concurso «se puso en marcha tras la exhumación de 4.700 restos humanos, incluida la mayor fosa común encontrada en el País Vasco con víctimas de la Guerra Civil». El nuevo cementerio seguirá siendo un hito en la historia y la gente de la ciudad, al mismo tiempo que honrará a los perdidos.
Con el fin de mantener intactos el patrimonio y la historia del cementerio, IWA Studio y LOLA Landscape Architects proponen utilizar los objetos patrimoniales existentes que se encuentran en el sitio, así como a reubicar o rehabilitar todas las lápidas y panteones. «La mayoría de los elementos se ajustan para que los visitantes puedan experimentar la tensión entre dinámicas opuestas: más silencio y apertura versus intensidad y densidad», comentó el equipo ganador.
Se agregará un jardín central y una galería botánica dentro del sitio, con el objetivo de combinar elementos patrimoniales como los panteones mientras se crea un «prado ecológico» para que los visitantes y las familias caminen y experimenten. «El Begoña Garden cura muchas historias individuales mientras apoya la vida urbana, una comunidad que evoluciona a lo largo de generaciones, aprendiendo de los errores y logros del pasado mientras contribuye a un futuro mejor».
El equipo ganador explica la propuesta sobre el cementerio existente, su propuesta de un nuevo jardín central y una nueva galería botánica con un enrejado escultórico. La entrada principal será «concebida como un memorial para las víctimas encontradas en las fosas comunes, y la configuración del pavimento refleja fragmentos de los patrones de ADN de las víctimas». La galería botánica se realizará con grava y reutilización de piezas y fragmentos intactos encontrados en el cementerio. El objetivo es que «el 100% de los objetos que pertenecen al cementerio original sean reutilizados e integrados en el nuevo parque».
Visualización. El jardín de los recuerdos por IWA y LOLA.
Descomposición del espacio funcional, objetos culturales y ecología. El jardín de los recuerdos por IWA y LOLA.
«El jardín de las memorias»
Con el fin de mantener intactos el patrimonio y la historia del cementerio, IWA Studio y LOLA Landscape Architects proponen utilizar los objetos patrimoniales existentes que se encuentran en el sitio, así como a reubicar o rehabilitar todas las lápidas y panteones. «La mayoría de los elementos se ajustan para que los visitantes puedan experimentar la tensión entre dinámicas opuestas: más silencio y apertura versus intensidad y densidad», comentó el equipo ganador.
Se agregará un jardín central y una galería botánica dentro del sitio, con el objetivo de combinar elementos patrimoniales como los panteones mientras se crea un «prado ecológico» para que los visitantes y las familias caminen y experimenten. «El Begoña Garden cura muchas historias individuales mientras apoya la vida urbana, una comunidad que evoluciona a lo largo de generaciones, aprendiendo de los errores y logros del pasado mientras contribuye a un futuro mejor».
El equipo ganador explica la propuesta sobre el cementerio existente, su propuesta de un nuevo jardín central y una nueva galería botánica con un enrejado escultórico. La entrada principal será «concebida como un memorial para las víctimas encontradas en las fosas comunes, y la configuración del pavimento refleja fragmentos de los patrones de ADN de las víctimas». La galería botánica se realizará con grava y reutilización de piezas y fragmentos intactos encontrados en el cementerio. El objetivo es que «el 100% de los objetos que pertenecen al cementerio original sean reutilizados e integrados en el nuevo parque».
Visualización. El jardín de los recuerdos por IWA y LOLA.
Descomposición del espacio funcional, objetos culturales y ecología. El jardín de los recuerdos por IWA y LOLA.
«El jardín de las memorias»
La propuesta ganadora apuesta por una división del espacio del futuro parque en dos zonas: un jardín central y una galería botánica o anillo perimetral, cubierta en gran parte por árboles que la aíslen del ruido. Una configuración que honra y recuerda a la que disponía el cementerio previo a la exhumación, ya que estaba provisto de un frondoso perímetro verde que separaba el cementerio del barrio.
El jardín central tendría una superficie de 2.200 metros cuadrados aproximadamente –comparable en tamaño y dimensiones a la Plaza Nueva– y se concibe como una pradera ecológica atravesada por caminos o circuitos de césped. Caminos a lo largo de los cuales se ubicarían o reubicarían los panteones y los objetos más relevantes extraídos del antiguo cementerio.
La galería botánica, por su parte, contaría con una superficie total de 3.700 metros cuadrados y contendría un jardín memorial de 660 metros cuadrados, además de un pequeño establecimiento de hostelería.
‘El jardin de las memorias’ tendría tres accesos para conectarlo con su entorno. La vieja entrada o entrada del memorial, ubicada en la calle Virgen de Begoña, y dos nuevas entradas que se relacionan con dos edificios existentes:
-La entrada de San Pablo, o la de la Capilla, que se situaría en la calle Bilintx.
-La entrada de San Juan, o de la morgue, en la calle Elizalde.
El parque, que se cerraría en horario nocturno, se plantea como un lugar en el que sentarse, descansar..., en el que poder empaparse de la historia del antiguo cementerio y en el que se pueden acoger eventos, visitas guiadas y celebraciones especiales.
El jardín central tendría una superficie de 2.200 metros cuadrados aproximadamente –comparable en tamaño y dimensiones a la Plaza Nueva– y se concibe como una pradera ecológica atravesada por caminos o circuitos de césped. Caminos a lo largo de los cuales se ubicarían o reubicarían los panteones y los objetos más relevantes extraídos del antiguo cementerio.
La galería botánica, por su parte, contaría con una superficie total de 3.700 metros cuadrados y contendría un jardín memorial de 660 metros cuadrados, además de un pequeño establecimiento de hostelería.
‘El jardin de las memorias’ tendría tres accesos para conectarlo con su entorno. La vieja entrada o entrada del memorial, ubicada en la calle Virgen de Begoña, y dos nuevas entradas que se relacionan con dos edificios existentes:
-La entrada de San Pablo, o la de la Capilla, que se situaría en la calle Bilintx.
-La entrada de San Juan, o de la morgue, en la calle Elizalde.
El parque, que se cerraría en horario nocturno, se plantea como un lugar en el que sentarse, descansar..., en el que poder empaparse de la historia del antiguo cementerio y en el que se pueden acoger eventos, visitas guiadas y celebraciones especiales.
Visualización. El jardín de los recuerdos por IWA y LOLA.
Historia del lugar
En el año 1814 el cementerio de Begoña ya estaba en funcionamiento, como queda acreditado en el acuerdo que adopta el Ayuntamiento de Bilbao para trasladar cadáveres desde el cementerio de San Francisco a dicha ubicación.
Fue construido siguiendo los modelos arquitectónicos del siglo XIX: planta rectangular claustral, cerramiento de su perímetro en piedra para evitar profanaciones, entrada monumental, capilla y otras dependencias auxiliares como depósito de cadáveres, sala de autopsias o vivienda del capellán.
La ampliación del camposanto en varias ocasiones modificó su original planta rectangular, añadiendo los terrenos cercanos a la actual calle Bilintx, en donde se construyó una nueva capilla de mayores dimensiones, más acorde con las características y el volumen de enterramientos que necesitaba acoger el cementerio. En la actualidad, únicamente se conservan restos de la capilla (que se destruyó en un incendio) así como del depósito de cadáveres, la sala de autopsias y el despacho del capellán.
El desarrollo urbanístico de la Villa en los años 60 propició la construcción de numerosos equipamientos y edificios residenciales en las inmediaciones del cementerio. A escasos metros del camposanto se encuentran localizados diversos bloques de viviendas, una residencia de ancianos y varios centros de salud. En el año 2016, el Ayuntamiento optó por su clausura, una vez transcurridos diez años desde la última inhumación.
Más recientemente, desde octubre de 2021 hasta agosto de 2022, la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha desarrollado en este espacio el trabajo de campo del mencionado proyecto Begoñako Argia, que ha sido subvencionado por el Ayuntamiento de Bilbao.
Fue construido siguiendo los modelos arquitectónicos del siglo XIX: planta rectangular claustral, cerramiento de su perímetro en piedra para evitar profanaciones, entrada monumental, capilla y otras dependencias auxiliares como depósito de cadáveres, sala de autopsias o vivienda del capellán.
La ampliación del camposanto en varias ocasiones modificó su original planta rectangular, añadiendo los terrenos cercanos a la actual calle Bilintx, en donde se construyó una nueva capilla de mayores dimensiones, más acorde con las características y el volumen de enterramientos que necesitaba acoger el cementerio. En la actualidad, únicamente se conservan restos de la capilla (que se destruyó en un incendio) así como del depósito de cadáveres, la sala de autopsias y el despacho del capellán.
El desarrollo urbanístico de la Villa en los años 60 propició la construcción de numerosos equipamientos y edificios residenciales en las inmediaciones del cementerio. A escasos metros del camposanto se encuentran localizados diversos bloques de viviendas, una residencia de ancianos y varios centros de salud. En el año 2016, el Ayuntamiento optó por su clausura, una vez transcurridos diez años desde la última inhumación.
Más recientemente, desde octubre de 2021 hasta agosto de 2022, la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha desarrollado en este espacio el trabajo de campo del mencionado proyecto Begoñako Argia, que ha sido subvencionado por el Ayuntamiento de Bilbao.