
EMAC Arquitectura plantea para el Parque Almansa, que posee la escala intermedia entre un parque natural y una plaza urbana, una intervención que recupere los equipamientos existentes manteniendo los materiales para los nuevos, conformando un conjunto integrado que combina las diferentes edificaciones con el propio parque y el paisaje, abriéndose así a la ciudad y a sus habitantes, ofreciéndoles un espacio al que pertenecer.
El proyecto mantiene el arbolado existente complementado por un perímetro de vegetación perenne que, junto con los suelos de tierra vegeta y los pavimentos de asfalto coloreado, los bancos de hormigón y el mobiliario de acero galvanizado, crean un pulse de materiales respetuosos y sensibles al entorno que invitan a recorrerlo y facilita, por la disposición de estos elementos y de los equipamientos, la celebración de numerosos eventos en las diferentes estaciones del año.

Parque Almansa y equipamientos culturales por EMAC Arquitectura. Fotografía por Milena Villalba Montoya.
Descripción del proyecto por EMAC Arquitectura
El Parque Almansa de San Javier se ubica en el corazón del municipio, contando con una superficie de 31.948,75m². En el perímetro de la manzana del parque, nos encontramos el Conservatorio de Música, la Escuela de Danza Municipal, la Escuela Oficial de Idiomas, los Juzgados y un Colegio, quedando también el Ayuntamiento muy próximo a él. El Parque cuenta en su interior con un Centro Cívico, la propia Ampliación del Centro Cívico, y el Auditorio de verano, equipamiento icónico que aloja durante el verano el Festival Internacional de Jazz (25 ediciones), y el Festival de Teatro, Música y Danza (53 ediciones).
El Ayuntamiento de San Javier consciente de la importancia de este espacio, que ha acompañado a varias generaciones de vecinos a lo largo de su vida, impulsa una serie de acciones para poner al Parque Almansa a la altura de los valores que la sociedad requiere hoy en día. Por ello inicia un proceso de Participación Ciudadana en el que se recogen ideas y necesidades, logra los Fondos Europeos EDUSI con los que financiar la propuesta (2016) y alcanza un convenio con el Colegio de Arquitectos de la Región de Murcia para lanzar un Concurso de Ideas para la Renovación del Parque Almansa (2017), garantizando un proceso riguroso y transparente.

El parque, según las bases del concurso, presentaba una serie de elementos y añadidos a lo largo del tiempo que no guardaban ningún hilo conductor, resultando ser un parque dividido e inconexo, lleno de barreras arquitectónicas e invadido en su mayor parte por vehículos. Los edificios existentes, a su vez, no cumplían normativa actual de accesibilidad, contaban con una pésima eficiencia energética y carecían de interés arquitectónico. Se solicitaba además un nuevo programa de necesidades, que incluía un nuevo Teatro/Auditorio de Invierno que desestacionalizará los festivales estivales, prolongando el programa cultural durante todo el año, así como una serie de usos nuevos en el Parque tales como juegos para distintas edades y adaptados, skate park, bolos cartageneros, espacio artístico al aire libre, zona de aparcamiento más reducida que la actual, un cerramiento para posibilitar el cierre nocturno, etc.
La propuesta que resultó ganadora de dicho proceso entiende el Parque de Almansa debe ser un espacio público en el que se cimienten las culturas, un espacio respetuoso con el medio ambiente y donde favorecer y asegurar las igualdades y las relaciones sociales, un sitio donde estrechar vínculos con vecinos y con tu propia ciudad. Un espacio abierto, flexible y sin barreras arquitectónicas, donde se mezclen todo tipo de actividades, donde quepa tanto la colectividad como la individualidad; que abarque un abanico de población lo más grande posible, desde niños a personas mayores y que sea inclusivo, porque sólo dando respuesta a la diversidad es cómo podemos asegurar el desarrollo pleno de la sociedad.

El Parque Almansa posee la escala intermedia entre un parque natural y una plaza urbana, que lo sitúa en el ámbito del parque urbano. En su límite con la ciudad, y ante la necesidad del cierre del parque, entendemos fundamental que no se convierta en una barrera entre dos realidades opuestas (ocio/trabajo, natural /artificial, parque/ciudad) si no que la transición entre ambas se produzca de manera tranquila y progresiva, por ello, el trazado del vallado se retira del perímetro y genera espacios de dilatación y contracción, que crean plazas (oportunidades de encuentro) en los espacios cedidos a la ciudad. Conforme nos adentramos en el parque, se buscan recorridos y visuales que ya no responden a la ciudad sino al paisaje. Se establecen tres elementos (vallado, pavimento y arbolado) que se superponen unos a otros, ayudando a desdibujar los límites.
Se utilizan pocos materiales: suelos de tierra vegetal y morterenca (que mediante zanjas de drenaje y SUDS garantizan la infiltración natural), pavimentos de asfalto coloreado, encintados y bancos de hormigón in situ y mobiliario de acero galvanizado en caliente.

Se mantiene el arbolado existente y se complementa mediante especies allí presentes. Se conforma un perímetro de arbolado de hoja perenne para generar fondo «siempre verde», y el interior se completa mediante especies caducifolias.
Respecto a los equipamientos, se realiza una nueva envolvente de los equipamientos rehabilitados (para mejorar la eficiencia energética), utilizando los mismos materiales que para el nuevo Auditorio/Teatro, de manera que se conforma un conjunto no solo a nivel social y cultural, sino también formal, articulándose entorno a un hall exterior como prolongación del parque.
Dado el ajustado presupuesto del que se ha dispuesto, así como los contratiempos sufridos a lo largo de la obra (pandemia, falta de suministros, incremento de precios, etc.), la elección de pocos materiales y con procedencia de la industria local se ha mostrado válido y necesario.