El contraste también se realiza con la materialidad, la madera frente a la piedra. El volumen añadido, que sirve de nexo entre las dos piezas de la vivienda preexistente, no funciona como un pasillo si no como un espacio servido que complementa e invita a los usuarios a reunirse en torno a este lugar. En él se situan la cocina y el comedor, donde la luz incide con mayor fuerza gracias a la permeabilidad y transparencia de la fachada que dispone de grandes huecos.
Descripción del proyecto por Heltwerk Architekten
Caan es un pueblo de 700 habitantes en el Westerwald, entre Frankfurt y Colonia. En el casco antiguo quedan todavía algunas granjas de finales del s.XIX, con su casas y pajares de piedra volcánica. Una de ellas es la base de partida para el proyecto de la casa WW. Debía respetarse el carácter de la casa original al adecuarla al siglo XXI, y la intervención se llevó a cabo bajo estrictos criterios de conservación del patrimonio, utilizando sobre todo materiales de bajo impacto medioambiental.
Se demolió una construcción incrustada en los años 50 entre la casa y el pajar, para sustituirlo por un nuevo volumen de madera, que ahora servirá de charnela entre aquellos. Para dotar el nuevo elemento de carácter propio y a la vez coherente con el conjunto, se proyectó con una geometría simple y similar a la de sus compañeros. Su posición ligeramente adelantada sobre ambos destaca la singularidad del nuevo volumen y consigue que el trío presente un concierto de tipología, escala y espectro cromático.
Se construyeron con madera tanto la estructura del volumen añadido como su fachada, y esta se revistió en todas sus caras visibles con listones de madera de alerce sin tratar. Esta envoltura confiere al edificio intermedio un carácter abstracto y liso que contrasta con la ruda mampostería de sus compañeros. Mientras la casa de piedra se acondicionó con el menor impacto posible en su carácter y con un mínimo de técnica, el cuerpo de madera se construyó siguiendo estándares técnicos avanzados, hasta alcanzar el nivel de construcción pasiva.
El proyecto dedica la antigua casa a los espacios familiares más privados, mientras concentra en el nuevo volumen de madera el espacio colectivo de la cocina y el estar. Éste es una interpretación contemporánea del hogar tradicional o Stube, con grandes huecos al sur que permiten disfrutar del jardín y del bosque adyacente. En los fríos meses invierno aprovechan para el hogar la radiación solar y en verano lo protegen de ella mediante correderas.