Un antigua granja que necesita ser rehabilitada es la elegida para transformarse en el nuevo Centro Cultural de un pequeño pueblo francés. El edificio original, con planta en forma de L, la cual es respetada por los arquitectos, además es ampliado para poder acoger todo el programa que ahora se le requiere. El edificio se construye intentando conservar elementos originales como las cerchas de madera, los muros de piedra o la cubierta de teja cerámica.
El resultado final es un espacio polifuncional que hace las veces de sala de fiestas, reuniones o bodas y que, altamente integrado en el ambiente en que se encuentra, se convierte en una pieza perfectamente relaccionada con el entorno, su paisaje cercano y la construcción tradicional de la zona.
Vista nocturna. Imagen © Pol Viladoms.
Memoria del proyecto por Calderon-Folch-Sarsanedas Arquitectes
Una sala polifuncional de madera autóctona que reinterpreta la arquitectura rural de la Bourgogne.
Chauffailles, un pueblo de la Bourgogne francesa, necesitaba un nuevo centro multifuncional para la comunidad que llevaría el nombre de un héroe local, el bombero Léonce Georges.
El ayuntamiento disponía de la antigua granja del convento de “les sœurs de Jésus” contigua a éste y situada en un solar en pendiente abierto al campo. Esta construcción, antigua y en desuso, estaba en estado semi-ruinoso y requería de una profunda rehabilitación y de una ampliación para albergar el nuevo uso que se le quería dar.
El proyecto es una operación de recuperación de una de esas construcciones agrícolas - graneros, almacenes, heniles…-, cobijos relativamente grandes que suelen destinarse al depósito de cosechas o maquinarias y que normalmente tienen una sola puerta que da una era. Arquitecturas anónimas y sencillas, absolutamente utilitarias, cuyas formas –simples - y medidas –de grandes luces- responden exclusivamente al uso que se les va a dar –depositar, almacenar, guardar...-, así como sus materiales responden a los recursos disponibles en el lugar al que pertenecen. La belleza radica en su pura utilidad y su radical relación simbiótica y productiva con el entorno, que no son sino formas primitivas de sostenibilidad en una construcción.
Conservamos la construcción original en L, que rehabilitamos íntegramente recuperando elementos originales arquetípicos, como las grandes cerchas de madera, los muros de piedra y una cubierta de teja cerámica. Ampliamos completando ese volumen con un nuevo volumen de madera douglas local situado en la antigua era, de manera que ambos quedan encajados y ocupando el espacio justo y necesario. Una gran puerta se abre al campo.
Construimos a la manera de los antiguos graneros de madera de la Bourgogne: las diferentes caras se apoyan sobre la estructura atirantada, forrándola. Es una construcción en seco, semi-prefabricada y desmontable, que quiere recuperar el carácter social de las construcciones agrícolas comunitarias.
El nuevo Centro Léonce Georges ofrece a Chauffailles un equipamiento diseñado según la necesidad de una espacialidad diáfana que permite ser usada como sala de baile, recepciones, reuniones, fiestas, bodas y banquetes; con unas prestaciones acústicas, climáticas y lumínicas adecuadas a esas actividades y con un uso de recursos locales y materiales autóctonos que establecen una relación de proximidad con el paisaje, el pueblo, la gente.