El proyecto, que se caracterizará por dos grandes volúmenes, se articula con otros espacios más pequeñas como jardines interiores y espacios de esparcimiento, con las que los arquitectos quieren poner especial atención en los ciudadanos, reduciendo la escala de la intervención.
Burgos y Vicente explicaron el porqué de su nombre, Campo de Retamas: «Es una obra de Sánchez-Ferlosio, compuesto por pequeños textos, y nos parecía que expresaba muy bien la filosofía de este proyecto, que es un gran edificio lleno de pequeños lugares».
El proyecto propone un edificio central de 19 alturas como hospital general, y uno segundo de 15 para el materno-infantil. El conjunto hospitalario mantiene su unidad en la base levantándose sobre unos vestíbulos conectados entre sí, que darán acceso a una superficie de 320.000 metros cuadrados, lo que supone un incremento del 72 por ciento con respecto a la superficie actual.
El proyecto seleccionado, según el jurado, es la propuesta más cercana al plan funcional en el que han trabajado más de 700 profesionales del hospital a través de 12 grupos de trabajo.
La torre de Maternidad se conserva como legado histórico del hospital y de la ciudad de Madrid, sobre la que se realizará una remodelación integral para adaptarla a la nueva imagen del conjunto hospitalario. Su nueva función será la de albergar las unidades administrativas, mantenimiento y servicios técnicos, archivo y documentación, así como los Servicios de Anatomía Patológica y Prevención de Riesgos Laborales