Los muros se mantienen en su ladrillo original, reponiendo los destruidos con los rescatados de una sección colapsada del edificio. En el interior, las paredes se revierten en yeso de cal blanca colocado sobre aislamiento de paneles minerales debido a motivos higiénicos y las ventanas llevan una serigrafía cerámica que le da un aspecto oscuro y opaco, atenuando la luz en las galerías. La cubierta de madera ha sido sustituida por estructuras de acero.
Las zonas exteriores fueron también transformadas, de pavimento de hormigón original a un parque biodiverso con suelos permeables al agua, prados de flores y estanques de retención cuya ordenación hace referencia a la ubicación de los edificios que alguna vez sustentaron el matadero.
Galería de arte contemporáneo Plato por KWK Promes. Fotografía por Jan Antos.
Descripción del proyecto por KWK Promes
La realización es el resultado de un concurso internacional para transformar un antiguo matadero en ruinas en la ciudad checa de Ostrava en la Galería PLATO de Arte Contemporáneo. Las paredes del matadero estaban destartaladas y en muchos lugares azotadas por enormes agujeros. Los ladrillos enrojecidos por el hollín son testigos de la historia industrial de la ciudad. Tomamos estas deficiencias al pie de la letra y agregamos otra capa a la historia del edificio, que está bajo protección de conservación. Se nos permitió preservar el carácter del ladrillo sucio y las ventanas, y rellenar las aberturas de las paredes con material contemporáneo conservando la antigua ornamentación de las paredes de ladrillo. También utilizamos el principio adoptado de recrear todos los elementos inexistentes del edificio a partir de microhormigón para reconstruir la sección derrumbada del matadero.
La idea principal del proyecto se basa en mantener la funcionalidad de los huecos como atajos que conectan el edificio con la ciudad. De ahí la idea de que sus nuevos rellenos pudieran rotar y abrir las salas de exposición directamente al exterior. Esto ha brindado a artistas y curadores posibilidades de exposición completamente nuevas y permite que el arte literalmente «salga» al espacio alrededor del edificio. La movilidad ha significado que la cultura, en el sentido más amplio, tenga el potencial de volverse más democrática y accesible a nuevos públicos.
Galería de arte contemporáneo Plato por KWK Promes. Fotografía por Jakub Certowicz.
No sólo participamos en la conservación del antiguo matadero, sino también en el diseño de las zonas exteriores, aunque no era nuestra tarea. Convencimos a las autoridades de que abandonaran el pavimento de hormigón. El suelo contaminado fue rehabilitado y sustituido por un parque biodiverso con suelos permeables al agua, prados de flores y estanques de retención. La disposición del verdor hace referencia a la ubicación de los edificios que alguna vez sustentaron el matadero, y los cultivos comestibles, también dentro de la galería, completan la transformación del sitio. El resultado es un espacio inclusivo que sensibiliza no sólo con el arte sino también con las cuestiones medioambientales.
El material original dominante del edificio es el ladrillo. Los ladrillos destruidos se han repuesto en su mayoría con los rescatados de una sección colapsada del edificio. El nuevo acristalamiento lleva una serigrafía cerámica que le da un aspecto oscuro y opaco, atenuando la luz en las galerías.
Galería de arte contemporáneo Plato por KWK Promes. Fotografía por Jakub Certowicz.
Los interiores fueron encalados por motivos higiénicos, por lo que las salas de exposición están revestidas con yeso de cal blanca colocado sobre aislamiento de paneles minerales.
Los ladrillos sucios del edificio aparecen en el antiguo atrio, ahora cubierto.
La cubierta de madera parcialmente derrumbada y cubierta con fieltro oscuro ha sido sustituida por estructuras de acero y cubiertos con una membrana de color claro. Esto permite que los tejados se calienten menos, sin crear un efecto de isla de calor a su alrededor. Los más importantes son los muros giratorios, de los cuales hay seis. Dos son los accesos al edificio, mientras que los demás conectan las galerías con el exterior. A pesar de su considerable tamaño, proporcionan un sellado completo cuando están cerrados, y el mantenimiento de los mecanismos ocultos bajo el suelo es sencillo y se requiere una vez al año.