Una primera obra que serviría de laboratorio para sus proyectos posteriores, el primer edificio de viviendas que incluía novedades como el aire acondicionado, fachadas ligeras suspendidas, tabiques móviles, vertederos de basura individualizados... A este proyecto le sucedieron otros complejos residenciales, grandes hoteles, conjuntos residenciales turísticos que realiza en la Costa del Sol y en Mallorca y la planificación de barriadas, como la de San Ignacio de Loyola (1964-70). Su oficina sería protagonista crucial de los años del desarrollismo y del boom turístico.
Sus obras más importantes las desarrollaría en Madrid, donde experimentaría con innovaciones tecnológicas, introduciendo en España sistemas de “arquitectura suspendida” que serían aplicados en proyectos como la construcción de las Torres de Colón (1967). En esa línea de innovación fundaría en 1973 la primera compañía de Dirección Integrada de Proyectos, Gestión y Control 73.
En Madrid sería donde llevaría a cabo sus obras más importantes, en escala y visibilidad urbana contribuyendo a conformar la imagen urbana en las principales arterías de la ciudad, como el Hotel Meliá en la calle Princesa (1963) o el conjunto Galaxia en Moncloa o las ya mencionadas Torres de Colón, el icónico edificio Pirámide, la remodelación y ampliación del estadio Santiago Bernabéu o la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, en asociación con el británico Richard Rogers.
Fue premio Nacional de Arquitectura 1998, era miembro de la Real Academia de Doctores de España de Arquitectura y de Bellas Artes. Antonio Lamela recibió en 2005 la Medalla de oro al Mérito en el Trabajo y en 2006 el Premio “Jaime I de Sostenibilidad”.
Esta dilatada trayectoria llega hasta el Estudio Lamela, que actualmente dirige su hijo Carlos Lamela, y que se ha convertido en una empresa coral con significativa proyección exterior.
Sus obras más importantes las desarrollaría en Madrid, donde experimentaría con innovaciones tecnológicas, introduciendo en España sistemas de “arquitectura suspendida” que serían aplicados en proyectos como la construcción de las Torres de Colón (1967). En esa línea de innovación fundaría en 1973 la primera compañía de Dirección Integrada de Proyectos, Gestión y Control 73.
En Madrid sería donde llevaría a cabo sus obras más importantes, en escala y visibilidad urbana contribuyendo a conformar la imagen urbana en las principales arterías de la ciudad, como el Hotel Meliá en la calle Princesa (1963) o el conjunto Galaxia en Moncloa o las ya mencionadas Torres de Colón, el icónico edificio Pirámide, la remodelación y ampliación del estadio Santiago Bernabéu o la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, en asociación con el británico Richard Rogers.
Fue premio Nacional de Arquitectura 1998, era miembro de la Real Academia de Doctores de España de Arquitectura y de Bellas Artes. Antonio Lamela recibió en 2005 la Medalla de oro al Mérito en el Trabajo y en 2006 el Premio “Jaime I de Sostenibilidad”.
Esta dilatada trayectoria llega hasta el Estudio Lamela, que actualmente dirige su hijo Carlos Lamela, y que se ha convertido en una empresa coral con significativa proyección exterior.