En el informe se propone abordar los problemas urgentes causados por el inminente cambio climático y la disminución de la oferta de combustibles fósiles a través de la afirmación de que para el año 2050, las necesidades de energía del mundo podría ser resueltas en su totalidad por fuentes renovables. Se esboza un escenario de ahorro de energía ambicioso como el primer paso hacia un sistema energético en el que los combustibles fósiles son reemplazados gradualmente por el viento, la energía solar, hidroeléctrica, geotérmica, y las formas sostenibles de bioenergía.
El objetivo del informe es dar ideas a los gobiernos y a las empresas a comprender los desafíos relacionados con este cambio y, al mismo tiempo, incitarles a moverse, con valentía para que la economía renovable sea una realidad. Al demostrar las ventajas de la cooperación mundial y la mayor integración de las infraestructuras mundiales de la energía, el informe de Energía muestra que los beneficios de una transición a las energías renovables son muy superiores a sus desafíos.
La contribución del informe de AMO dirigido por Reinier de Graaf y Laura Baird, conceptualiza y visualiza las implicaciones geográficas, políticas y culturales de un mundo de energía 100 por 100 renovable. AMO traza una visión de un mundo sin fronteras en el que todos los continentes tengan igual acceso a la energía sostenible.
Reinier de Graaf: "El informe de la Energía es el primero de su tipo para reclamar la posibilidad técnica de una fuente de energía renovable para 2050 entendiendo que el suministro de energía futuro realmente es una cuestión universal que debe ser abordado a escala mundial."
El proyecto se apoya en la planificación a gran escala de la energía renovable y en otros dos proyectos fundamentales de AMO: Zeekracht, un plan hecho en 2008, un anillo de parques eólicos offshore en el Mar del Norte, y la Hoja de Ruta 2050 (Roadmap 2050), que propone descarbonizar la energía europea en 2050, que se puso en marcha en abril de 2010.