Un porche cubierto de 100 m² ofrece vistas de los acantilados circundantes y de la puesta del sol, además de funcionar como una extensión de la cocina, el comedor y la sala de estar como un espacio interior/exterior.
La composición de la fachada deriva de la costumbre local de enmarcar ventanas y bordes con yeso blanco, creando un mosaico geométrico. Los marcos de acero delgados se proyectan más allá de la fachada para proteger las ventanas del sol directo y apoyar los postigos de madera plegables.
Descripción del proyecto por Nomo Studio
Stone House está situada en una ladera orientada a la costa norte de Menorca, España. La fachada se construyó con una técnica y material utilizados en los tradicionales muros de piedra que dividen las parcelas agrarias de la isla. Su secuencia de planos de piedra (fachada y cercas) diluyen los límites entre arquitectura y paisaje. Esta simbiosis se ve reforzada por el hecho de que la piedra para la fachada se obtuvo de la excavación in situ de los cimientos de la casa.
El programa consiste de seis dormitorios, estar, comedor, cocina, garaje y estancias auxiliares. Todos ellos se organizan alrededor de un magnífico espacio en doble altura que conecta tanto física como visualmente sus dos plantas. Gracias a un gran ventanal superior, este espacio actúa como una entrada de luz en el centro de la casa logrando bañar todos los interiores de luz natural a pesar de la gran profundidad de la planta. La circulación interna gira alrededor de este vacío evitando pasillos oscuros y activando el corazón de la vivienda.
Desde su porche de 100m2, se pueden contemplar los impresionantes acantilados de Menorca. Este espacio a caballo entre un interior y un exterior funciona como extensión de la cocina, comedor y sala de estar y es donde la mayor parte de las encuentros sociales tienen lugar. También puede ser entendido como un gran espacio genérico que permite configuraciones flexibles, a la vez que une e interconecta las diferentes zonas de día a modo de umbral entre arquitectura y naturaleza. Gracias a su doble acristalamiento, este espacio funciona como un amortiguador térmico, transformándose en los meses templados en una acogedora galería, en verano, en un porche fresco y sombreado y, en invierno, en una cámara aislante de aire caliente. En el jardín, olivos silvestres y vegetación local rodean una gran plataforma de marés con una piscina revestida interiormente en piedra gris.
El deseo explícito del cliente de tomar referencias de la arquitectura local y tradicional suponía también el reto de no caer en la pura réplica. La composición de fachada responde a una reinterpretación de la costumbre menorquina de enmarcar la ventanas y esquinas con colores claros. De este modo, se crea un patchwork geométrico de revoco blanco-roto y piedra beige. Finos marcos de acero inoxidable se proyectan más allá del plano de fachada para proteger las ventanas del sol directo y soportar los porticones plegables de madera. Para enfatizar el contraste entre el grosor de fachada y la delgadez de los marcos de acero inoxidable, todas las ventanas se alinean a la cara interior de muro y sus marcos se ocultaron desde el exterior de fachada, creando la ilusión de profundos huecos abiertos en la fachada de piedra.
De forma similar a la paleta de colores tierra de la fachada, los interiores son una combinación de pavimento de hormigón pulido color arena, paredes encaladas, carpintería de madera de pino y vigas de madera con veladura blanca. Estos materiales naturales crean un ambiente acogedor y fresco dentro de la gama de los tonos pastel. Toda la carpintería de muebles de cocina y armarios empotrados están hechos a medida por un carpintero local. Detalles como una escalera sólida y volada con iluminación integrada en el pasamanos crean un diálogo interesante entre arquitectura tradicional y contemporánea. Cocina, armarios, librería y nichos están construidos con paletería, manteniendo la simplicidad como hilo conductor. Además, se diseñó una iluminación indirecta controlada y regulable para toda la vivienda, evitando colocar luminarias a la vista en paredes y techos de vigas.
Inspirada en la robustez y compacidad de la arquitectura ancestral, pero usando sistemas de construcción contemporáneos, esta casa cumple con los estándares más exigentes de sostenibilidad. Su envolvente, muy bien aislada, la proporción controlada de sólido-vidrio y sus sistemas de protección solar flexibles, garantizan una temperatura interior agradable durante todo el año.