La sala de estar se extiende hacia afuera a través de una terraza, con la intención de amplificar la relación entre la casa y la naturaleza. Además, en los exteriores se utilizan el hormigón en bruto para las fachadas y largos paneles de madera, que proporcionan privacidad cuando están cerrados, pero también en conjunto generan una intervención contemporánea.
Descripción del proyecto por Pedro Henrique Arquiteto
Un lugar, que surge de un plan elevado en relación con la calle, y se abre a un campo, se define por los grandes árboles que nos hacen experimentar experiencias visuales y sensoriales a través de las diferentes paletas de colores que presenta cada temporada.
Un conjunto de volúmenes dibuja la casa que encarna un arquetipo reconocible y divide el área íntima y social, que separa los dormitorios de la cocina y los salones. Estos volúmenes están organizados en diferentes orientaciones en la búsqueda de la mejor relación entre ellos y cada uno de ellos con el mundo exterior.
El contraste entre las fachadas de hormigón en bruto y el interior de la casa crea un sensación táctil íntima, experimentada a través de los patios, los tragaluces y las escaleras.
La zona social se extiende dinámicamente al exterior y a un piso superior, creando una variedad de habitaciones y proximidad a sus residentes.
El área íntima, por otro lado, limita un espacio exterior cubierto que brinda privacidad y permitiendo, simultáneamente, que la luz natural inunde el interior. Para intensificar la relación con la naturaleza, la casa evoca la simplicidad y sobriedad que caracteriza el entorno.