Todas las tipologías de vivienda se plantean como vivienda patio, abiertas al sur y a las vistas del valle, donde cada una de estas viviendas patio disfruta de una sucesión de espacios interiores y exteriores en continuidad. Cuentan con un diseño que permite la ventilación cruzada, los espacios de sombra que protegen el interior y el aprovechamiento de la luz natural y las vistas.
Por último una pieza muy interesante e inteligente para articular el conjunto de viviendas:
Los espacios comunes de cada uno de los tres estratos se tratan de manera diferenciada y singular, con especial protagonismo del espacio central, en cuyo extremo Este se sitúa el espacio de la sombra, el agua y el aire, cubierto por una cubierta singular–pliegue y en cuyo interior se genera un microclima creado por el agua, el aire canalizado que refresca el ambiente y la sombra que genera la cubierta.
39 viviendas y zonas comunes en Cantalares por Sancho-Madridejos Architecture Office. Fotografía por Imagen Subliminal.- Miguel de Guzmán + Rocío Romero
39 viviendas y zonas comunes en Cantalares por Sancho-Madridejos Architecture Office. Fotografía por Imagen Subliminal.- Miguel de Guzmán + Rocío Romero
Descripción del proyecto por Sancho-Madridejos Architecture Office
El proyecto surge inicialmente como respuesta a las peticiones particulares de un cliente privado: por una parte, diseñar un conjunto residencial con la mayor diversidad entre viviendas y, por otra parte, incluir un elemento singular visible desde el entorno como punto de referencia y que forme parte de nuestro trabajo de investigación en torno a los pliegues.
Este punto de partida, junto a las condiciones específicas del solar, como la considerable pendiente orientada a sur y su forma irregular, han dado lugar a la solución propuesta.
A partir de estas premisas, el proyecto se plantea como un conjunto compuesto por dos barras longitudinales adecuadas a la geometría del solar, que se alternan con los espacios exteriores de carácter privado y uso comunitario.
La pendiente natural del terreno permite aterrazar la parcela en los tres estratos con caída en la dirección Norte-Sur, en los cuales se apoyan las dos barras residenciales. Cada uno de los niveles corresponde con uno de los espacios exteriores comunitarios, desde los que se produce el acceso directo desde el exterior a cada una de las viviendas en continuidad con el estrato exterior.
Se genera así una tipología híbrida de viviendas unifamiliares en hilera agrupadas en bloques de 4 alturas.
Así, en cada una de las barras se superponen dos bandas de viviendas (A-B y C-D), cada una con dos niveles conectados interiormente. Todas ellas se plantean como vivienda patio, abiertas al sur y a las vistas del valle. Cada una de estas viviendas patio disfruta de una sucesión de espacios interiores y exteriores en continuidad, lo que permite la ventilación cruzada, los espacios de sombra que protegen el interior y el aprovechamiento de la luz natural y las vistas.
Las cuatro bandas generan cuatro situaciones base que se van desplegando en diferentes tipologías dependiendo de la situación y la geometría y dotando al proyecto de gran diversidad dentro de la lógica común.
Los espacios comunes de cada uno de los tres estratos se tratan de manera diferenciada y singular, con especial protagonismo del espacio central, en cuyo extremo Este se sitúa el espacio de la sombra, el agua y el aire, cubierto por una cubierta singular–pliegue y en cuyo interior se genera un microclima creado por el agua, el aire canalizado que refresca el ambiente y la sombra que genera la cubierta.