Memoria del proyecto studio MK27
Frente a una pequeña plaza urbana, el Studio R se abre completamente hacia el exterior. El espacio interior de este estudio de fotografía desemboca en los jardines laterales del edificio y en el espacio urbano, estableciendo una continuidad espacial entre la plaza y el edificio. La fachada, una puerta de aluminio está empotrada unido en el hormigón, integrando el patio delantero con la plaza, además, dos puertas metálicas batientes grandes, cada uno más de 11 metros de ancho, permiten la fluidez entre los jardines y el espacio abierto del estudio.
Al abrir las puertas batientes todas las barreras visuales entre el espacio interior y exterior desaparecen. Sin embargo, al cerrar las puertas la luz es controlada artificialmente en el estudio de la fotografía. En la apertura de la planta baja, hay una caja revestida en formica china, donde tenemos el baño, el vestidor y el área técnica. En este espacio, no hay interferencia de la estructura, que está integrada en las paredes laterales del edificio. Detrás de la caja verde, las escaleras, iluminadas por una claraboya, conducen a la primera planta, donde se encuentran las oficinas y la biblioteca.
Un volumen con material metálico organiza todo el espacio en esta planta, que separa las habitaciones y pasillos. En esta planta se encuentra la cocina, los baños y las escaleras que conducen a la planta superior. Lo negativo de este volumen son las salas de trabajo que pueden estar abiertas o cerradas, en función de la privacidad deseada, a través de paneles deslizantes que se construyen en la caja central. En la oficina principal de un panel fijo mashrabiya filtra la luz, mientras simultánea se ve una vista hermosa de los árboles grandes de la plaza. En la planta superior, hay un salón social ubicado en el jardín delantero. Este espacio se abre con paneles plegables de madera, pintados de rojo, en una terraza donde se puede ver de nuevo las copas de los árboles: un espacio agradable para las reuniones en los días soleados.
El material utilizado en el interior muestra una estética industrial, apropiado para el uso intensivo de un estudio de fotografía que necesita transformarse constantemente, dependiendo de la situación. El suelo de la gran abertura es de resina blanca que también se convierte en la parte posterior interminable y el muro. En las otras plantas, el suelo de madera calienta el ambiente. En el exterior, se utilizan las puertas metálicas unidas al hormigón visto y los diferentes paneles de madera de colores.
Texto.- studio MK27.
CRÉDITOS.-
Arquitecto director.- Marcio kogan.
Equipo de colaboradores.- Gabriel kogan (co-arquitecto), Carolina Castroviejo, Maria Cristina Motta, Mariana Simas, Oswaldo Pessano (colaboradores); Diana Radomysler, Eduardo Glycerio, Lair Reis, Renata Furlanetto, Samanta Cafardo, Suzana Glogowski (equipo); Mariana Ruzante (colaborador de interiores); Passe_ar verde, João Fausto Maule Filho (arquitecto paisajista), Leão e associados, ing.- João Rubens Leão (ingeniero estructural), Lock Engenharia – ing. Marcelo Ribeiro (contratista), Grau Engenharia (aire acondicionado e instalaciones).
Fecha.- septiembre 2012 (finalización), febrero 2008 (proyecto).
Proyecto.- Estudio de fotografía.
Superficie.- 373 m² (área construida), 338,15 m² (área del lugar).
Lugar.- Sao Paulo, Brasil.