"...sanar el sitio / conectar el proyecto a su contexto, abriendo espacio para una plaza central / aclarar un programa y adaptarlo a la vida diaria de una comunidad / proteger a los usuarios del clima adverso / adoptar un enfoque conjunto entre los participantes / respirar," como comentan los arquitectos
Descripción del proyecto por AGENdA | Dellekamp/Schleich
Un terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter sacudió Mexico el 19 de Septiembre de 2017, dejando a un país entero en un estado de emergencia con más de 369 víctimas y 150.000 viviendas destruidas en cinco estados (Oaxaca, Morelos, Estado de México y Guerrero).
Jojutla (Morelos) fue uno de los tantos municipios de la republica que se convirtió en un campo de ruinas tras el sismo que sacudió a México el 19 de septiembre 2017. En una fracción de segundo, la mayor parte de su infraestructura fue completamente o parcialmente destruida.
Tras una iniciativa iniciada por Infonavit donde se involucró un grupo de arquitectos nacionales, se puso en marcha un plan maestro de restructuración de los principales edificios públicos del municipio. Dellekamp/Schleich, y la oficina AGENdA (Colombia) fueron llamados a colaborar sobre dos proyectos: Dos representaciones simbólicas de la fe. Dos templos, uno religioso otro laico. Una iglesia (El Santuario Señor de Tula) y un centro comunitario (el Parque Higuerón).
Jojutla, municipio del estado de Morelos fue uno de los sitios más afectados por el sismo que sacudió a México el 19 de septiembre 2017, con un registro de más de 1000 viviendas dañadas y la mayoría de su infraestructura pública colapsada.
En Parque el Higuerón gran parte de la edificación original, que albergaba varios espacios comunitarios, como una tortillería comunal y aulas para capacitar a los residentes, quedó colapsada. La gravedad de los daños que sufrió la estructura y la incapacidad de usar estos espacios reveló la importancia de este centro para los residentes de la comunidad.
El proyecto busca sanar un sitio herido y actuar como símbolo de comunidad y solidaridad para una sociedad en reconstrucción. El volumen, posicionado como escuadra en los márgenes internos del predio funciona como contenedor de programa y delimitador de la plaza central.
El sistema constructivo, formado por una retícula de marcos rígidos de concreto permite una libre composición de espacios abiertos y cerrados, configurando las áreas destinadas a talleres, la biblioteca y oficinas municipales. El vacío generado por la plaza protege a los usuarios de las condiciones climáticas y conecta de manera directa la propuesta con su contexto.