«Letter Rack» describe un paisaje urbano colapsado y abandonado. Una secuencia de entidades arquitectónicos se ubica en una cuadrícula de nueve cuadrados. Estructuras modulares, planos típicos de oficinas y paredes habitables se colocan de forma caótica de tal manera que contrarresta con la presencia del estante. «Letter Rack» es un intento de representar el pasado y el futuro, lo figurativo y lo abstracto, todo en una sola imagen.
El estante para cartas por Stefano Corbo.
Descripción del proyecto por Stefano Corbo
The Letter Rack es un ejercicio especulativo sobre el surgimiento de nuevas relaciones espaciales una vez que dejamos de pensar en las ciudades futuras en términos de dualidad figura/fondo y comenzamos a mirarlas como un ensamblaje continuo de formas y signos.
Esta especie de diversión digital en los dibujos tiene su origen en la reinterpretación del llamado «Trampantojo», un género pictórico utilizado durante siglos para representar escenas ilusionistas que daban al espectador la impresión de estar ante objetos reales y tridimensionales. Más específicamente, el Letter Rack hace referencia al «Trampantojo» de 1668 de Cornelis Norbertus Gijsbrechts, que representa una partición de tablero poblada por sobres, objetos y un libro de música. El Letter Rack toma prestada la organización espacial de la pintura de Gijsbrechts –y, en general, algunos de los ingredientes comunes a la tradición del «Trampantojo», como el uso de metáforas, alegorías o simbolismos- para invertir su significado: al convirtiendo representaciones realistas en un escenario hipotético en el que los tipos de edificios y espacios urbanos se encuentran, chocan y se fusionan en configuraciones novedosas. En otras palabras, The Letter Rack es un «Trampantojo» digital invertido.
El estante para cartas por Stefano Corbo.
Si la referencia al «Trampantojo» constituye una matriz latente e invisible (el punto de partida de exploraciones tridimensionales), lo que The Letter Rack describe es un paisaje urbano colapsado y abandonado - una secuencia compuesta de entidades arquitectónicas moldeadas por dispositivos compositivos específicos: cuadrículas de nueve cuadrados, estructuras modulares, planos típicos de oficinas, paredes habitables. Su disposición caótica se contrarresta con la presencia del estante, un sistema cartesiano de elementos lineales que actúa como el único elemento ordenador dentro de esta composición entrelazada, que permite reconocer patrones de analogía y diferencia. Las singularidades arquitectónicas representadas en Letter Rack surgen de la superficie magmática de la ciudad pero, al mismo tiempo, se colapsan en ella hasta desaparecer.
En la interacción entre formas y espacio topológico, Letter Rack es un intento irónico de representar el pasado y el futuro, lo figurativo y lo abstracto, en una sola imagen. Sin embargo, en su franqueza, Letter Rack detecta algunas de las cuestiones intrínsecas al discurso actual sobre la cultura digital y posdigital; habla de la tensión constante entre lo liso y lo rugoso, el ensamblaje y la fusión, el collage y la transformación.