"Esta exposición de arquitectura no presenta hermosos edificios, pero muestra cómo la arquitectura nos ayuda a comprender que el mar es un lugar donde todos habitamos".
André Tavares, co-comisario
Nos enfrentamos a una emergencia ambiental y el mar es un lugar donde se desarrollan las fuerzas fundamentales del cambio.
El mar determina cómo vivimos en tierra. Ante este hecho, un grupo de arquitectos ha desarrollado una perspectiva original sobre el mar; deduciendo de su dinámica natural las coordenadas para comprender, entre otros aspectos críticos de la vida cotidiana, la erosión costera, la relación entre las ciudades y el mar, los flujos de comercio portuario, el mar como una ruta de comunicación global y las infraestructuras que explotan los recursos marinos.
La exposición Nuestra tierra es el mar / Our Land Is the Sea nos invita a cambiar nuestro punto de vista habitual y pensar en la tierra desde la perspectiva del mar. ¿Qué podemos aprender desde esta perspectiva, que, en lugar de contemplar el horizonte, examina las relaciones entre las fuerzas naturales, las actividades humanas y el funcionamiento de los ecosistemas?
Esta exposición destaca la necesidad de comprender mejor los espacios en los que vivimos y ajustar las formas en que los transformamos. Invertir nuestra perspectiva requiere que pensemos en lo que construimos en relación con uno de los espacios críticos del planeta: el mar.
Contenido de la exposición
La exposición está organizada en varias secciones: Sensitive Line, Sand, Rock, City, High, Shore, Legislation y Surf. Los ejemplos se concentran, principalmente pero no exclusivamente, en la costa portuguesa.
Se presenta un conjunto de quince películas que destacan la relación dinámica entre la actividad humana y los flujos marítimos. Paralelamente a esta instalación de video, las salas de exhibición exhiben proyectos para la construcción de dunas y puertos, conectándolos con fenómenos naturales que van desde la geomorfología costera hasta el Pico de Azores.
Esto subraya las relaciones entre dos tipos de costa (arena y roca) y la forma de las olas que produce la combinación de estas dinámicas; así como nuestras diferentes formas de negociar el agua (navegación costera y de alta mar) y de construir el territorio asociado con cada una de estas modalidades.
Estas observaciones convergen en una síntesis, ciudad, que se presenta en dos propuestas de proyecto para la ciudad costera de Figueira da Foz. Estos proyectos revelan cómo el pensamiento arquitectónico es fundamental para determinar y transformar la relación entre la ciudad y el mar.
Estas propuestas y la protección legal de las olas más singulares de Portugal (las más largas, las más altas y las más tubulares) son ejemplos de la necesidad de participación ciudadana en la configuración de los espacios en los que vivimos.
La exposición concluye con una observación de la proximidad cultural entre la pesca xávega tradicional y el surf, destacando la relación directa entre la humanidad y el mar. La forma en que tratamos con el oleaje y las olas del océano influye en cómo construimos nuestros hogares y los espacios en los que vivimos.