Excavado en la montaña, el monumento fue planeado como un monumento, y como tal, el diseño se centró en la creación de un edificio que no puede funcionar casi sin ningún sistema mecánico y que sea casi completamente sostenible.
El monumento incorpora más de 23,000 ladrillos de piedra, cada uno grabado con el nombre de un soldado y la fecha de su muerte. Creando un "Muro de Nombres", los ladrillos forman un corredor de 250 metros de largo que gira en espiral alrededor de una sala central de conmemoración.
Descripción del proyecto por Kimmel Eshkolot Architects
El Mount Herzl Memorial Hall es un lugar único de conmemoración. Su razón de ser es ser un monumento conmemorativo para todos los soldados caídos del país, y por lo tanto contiene todos sus nombres.
Es un proyecto de esperanza para tiempos paz.
Situado en un paisaje bíblico tranquilo, pero junto a las calles de Jerusalén, el espacio es aislado y tranquilo. Fue excavado en la montaña para formar un espacio íntimo para experiencias personales y colectivas de conmemoración. Sobre el pasillo, la montaña se reconstruye con topografías curvas hechas de piedra de Jerusalén. Una ondulante formación de ladrillos en forma de embudo abre el pasillo excavado hacia el cielo. Su forma irregular de vórtice inunda el espacio con luz natural en constante cambio.
En el extremo superior del techo, las losas de piedra espaciadas están diseñadas para permitir el flujo de aire y la ventilación natural a través del techo.
Los nombres, grabados en ladrillos de piedra, forman un largo Muro de Nombres, que envuelve el embudo de luz. Siguiendo una espiral que subía por el monumento, la pared está construida con 23.000 ladrillos de piedra, cada uno grabado con el nombre de un soldado caído, su fecha de muerte y una vela de luz que debe encenderse cada año en esa fecha.
El desarrollo del diseño del embudo se realizó en consulta con el equipo de investigación R.O.B. en el ETH, Zurich. Está construido con ladrillos de aluminio extruidos uniformes, cada uno de los cuales está marcado y marcado para obtener ubicaciones de juntas específicas, para permitir el ensamblaje en el sitio de la estructura irregular y única.
Sostenibilidad
El Memorial fue planeado como un monumento, y como tal, el diseño se centró en la creación de un no edificio que puede funcionar casi sin ningún sistema mecánico y ser casi completamente sostenible.
No hay aire acondicionado ni sistemas de ventilación eléctrica. El flujo de aire natural crea excelentes condiciones de temperatura utilizando la forma de embudo para expulsar el aire caliente del extremo superior del techo a través de las losas de piedra espaciadas, creando así un flujo de aire que ventila el lugar.
No hay uso de electricidad para la luz del día. La luz natural entra a través del óculo y se filtra sutilmente a través del embudo de luz, inundando el espacio con luz agradable.
Excavado en la montaña, el Memorial Hall obtiene óptimas condiciones térmicas. La masa térmica de la estructura, integrada en la tierra, mantiene una temperatura estable. La topografía exterior estaba revestida con piedra de Jerusalén de color claro, que protege el edificio de la radiación.
El uso de materiales locales como la piedra de Jerusalén fue un elemento clave en el proceso de diseño, tanto por limitaciones presupuestarias como por razones de sostenibilidad, con el objetivo de integrar el edificio con la ciudad circundante de Jerusalén. Está destinado a ser impensable desde el exterior, y a hacerse eco de la textura de las montañas adyacentes y el cementerio.