La pieza fue filmada durante cuatro intensos días de rodaje en Buenos Aires, Argentina. El micro-presupuesto de producción se agotó con tan sólo dos cámaras canon 7DS. La composición y efectos CGI de "The Killing Joke" necesitó meses de "invisibles" retoques digitales para crear las panorámicas y la atmósfera claustrofóbica que impregna toda la película.
Sebastián López escribió y dirigió la historia, y también fue responsable de todo el impresionante trabajo de composición.
Colin Devlin creó la banda sonora original, trabajando desde su estudio en Los Ángeles, colaboró en el proyecto con Sebastián desde su creación, la creación de una maravillosa simetría sorprendente entre el sonido y la imagen. Esta es la segunda colaboración de ambos, la primera fue un trailer completamente de acción creado para una película de ficción llamada "Vertical", que se difundió en la red, creando un intenso "buzz" para el joven director.
Los actores Gustavo Marzo y Staracci Clarisa trabajaron juntos para retratar la intensidad de los personajes vistos en la pantalla.