La propuesta de Martillo Neumático propone dos muros hechos de 233 sacos hinchables que simulan los sacos de carga de los barcos de mercancías que solían surcar la ría de la ciudad desde el conocido muelle de Ripa. Un tráfico mercantil que en la actualidad se ha desplazado fuera de la ciudad a zonas portuarias.
En el espacio acotado por los muros de sacos y el muro del puente se instalarón doce focos proyectando una luz verde para resaltar lo inusual dentro de la rutina.
«En este instante, decenas de miles de buques mercantes surcan los océanos. Lo transportan todo: metales, gas comprimido, juguetes, fruta fresca o tu smartphone. El mundo entero depende de los tiempos de transporte. Ahí aparecen los sacos.» Jerome Lorente, de Martillo Neumático.
«34 días es el tiempo que una persona tardaría en consumir el aire transportado en los sacos de nuestra intervención. Queríamos traer a Bilbao una experiencia que invite a la ciudadanía a reflexionar sobre la inmediatez del modelo de mercado actual.» Íñigo Barrón, de Martillo Neumático.
En el espacio acotado por los muros de sacos y el muro del puente se instalarón doce focos proyectando una luz verde para resaltar lo inusual dentro de la rutina.
«En este instante, decenas de miles de buques mercantes surcan los océanos. Lo transportan todo: metales, gas comprimido, juguetes, fruta fresca o tu smartphone. El mundo entero depende de los tiempos de transporte. Ahí aparecen los sacos.» Jerome Lorente, de Martillo Neumático.
«34 días es el tiempo que una persona tardaría en consumir el aire transportado en los sacos de nuestra intervención. Queríamos traer a Bilbao una experiencia que invite a la ciudadanía a reflexionar sobre la inmediatez del modelo de mercado actual.» Íñigo Barrón, de Martillo Neumático.
«La propuesta 34 días se ubica en el paseo de la ría de Bilbao, un lugar central en el imaginario de la ciudad y un paisaje cotidiano para sus vecinos. La intervención despliega unos cuerpos masivos que alteran la rutina del Muelle de Ripa. Dos muros cortan el paso a los peatones. Tras ellos surge un lugar que rompe con el ritmo de la ciudad al remitir al pasado industrial de Bilbao y a los procesos logísticos que sostienen la sociedad de consumo.
La intervención, aprisionada bajo el puente del ayuntamiento, interseca los límites del paseo absorbiendo los pilares que aparecen por su paso. La retícula de la estructura existente se desconfigura para crear una sucesión de espacios organizados en torno a un núcleo de luz verde. Su materialidad se conforma exclusivamente con piezas propias de la industria del transporte de mercancías: más de doscientos veinte sacos de amortiguación de carga conforman un aparejo en hileras que se atan en vertical con cintas y trinquetes de amarre. Frente a la idea tradicional de muro por adición de piezas, el diseño propone un desplante a propulsión, hinchado desde abajo que aprovecha la velocidad de inflado y facilidad de ajuste de las patentes industriales utilizadas.
Los materiales ocultos tras el envío express engullen los elementos históricos del puente. Los sacos y el resto de dispositivos diseñados para acelerar el ritmo frenético del comercio global, aparecen para configurar una experiencia espacial que sorprende a los transeúntes con una penetrante luz verde. Los sacos recalcan la poética de que estas cadenas de transporte no solo desplazan bienes materiales sino también aire. Aire entre puntos completamente alejados del planeta. 34 días busca materializar en el centro de la ciudad aquello que hay detrás de la inmediatez del modelo de consumo actual.»
La intervención, aprisionada bajo el puente del ayuntamiento, interseca los límites del paseo absorbiendo los pilares que aparecen por su paso. La retícula de la estructura existente se desconfigura para crear una sucesión de espacios organizados en torno a un núcleo de luz verde. Su materialidad se conforma exclusivamente con piezas propias de la industria del transporte de mercancías: más de doscientos veinte sacos de amortiguación de carga conforman un aparejo en hileras que se atan en vertical con cintas y trinquetes de amarre. Frente a la idea tradicional de muro por adición de piezas, el diseño propone un desplante a propulsión, hinchado desde abajo que aprovecha la velocidad de inflado y facilidad de ajuste de las patentes industriales utilizadas.
Los materiales ocultos tras el envío express engullen los elementos históricos del puente. Los sacos y el resto de dispositivos diseñados para acelerar el ritmo frenético del comercio global, aparecen para configurar una experiencia espacial que sorprende a los transeúntes con una penetrante luz verde. Los sacos recalcan la poética de que estas cadenas de transporte no solo desplazan bienes materiales sino también aire. Aire entre puntos completamente alejados del planeta. 34 días busca materializar en el centro de la ciudad aquello que hay detrás de la inmediatez del modelo de consumo actual.»
Martillo Neumático