El estudio 100architects interviene en la ciudad de Santiago de Chile con éste alegre toque de color fundamentado en la huella humana producida invisiblemente al desplazarse.
La intervención propone una serie de funciones modernas alejadas de los convencionalismos como son el "muro de selfie" y las "flechas direccionales" en armonía con otras más funcionales propias de la plaza como son las zonas para sentarse o los puntos de venta.
Descripción del proyecto por 100architects
Huellas Artes es un toque de color para el centro de Santiago.
El proyecto interpreta la huella humana, el desplazarse, como sendero de valor expresivo y por ende artístico para la ciudad. Es un motor cultural alimentado por el flujo de paso de los habitantes y visitantes del barrio Bellas Artes, una zona altamente cultural del centro de Santiago.
Se trata de una intervención arquitectónica que propone la re-configuración de un determinado espacio a través del realce de las rutinas diarias de dicho lugar. Es una nueva mirada del uso de un espacio público "duro", inserto en la trama urbana de la ciudad y afectado por la movilidad presente en ella.
El proyecto se desarrolló sobre la estación de metro Bellas Artes, que en la actualidad funciona como una plaza con un bajo carácter funcional, desechando gran parte de su terreno. La idea es revitalizar este sitio como un catalizador de las actividades relacionadas tanto con el flujo de personas como con el carácter cultural de su entorno.
El programa propuesto establece una serie de funciones que alientan la generación de relaciones sociales, a través de la modificación de la percepción espacial por colores, palabras, fotografías y líneas.
El material utilizado es cinta adhesiva de tela recubierta con polietileno en varios colores y tamaños; siendo el único material utilizado, de manera de no alterar su estructura espacial existente, sino realzarla. Este material actuó como un traje, un disfraz para las superficies de la plaza existente, despertando de nuevas posibilidades espaciales basadas en su determinada estructura.
Dentro de las funciones propuestas se destaca el "muro selfie", un lugar para performances de artistas callejeros, un punto de encuentro, y otros usos informales y espontáneas, como la "zona de ventas", "flechas direccionales", "bancos de asiento" y más. Otra característica importante del proyecto es la oportunidad de transición que la mayoría de sus usos presentan entre el espacio físico y el espacio virtual, constituyéndose como una plataforma de socialización y valorización espacial en ambas redes espaciales.
El "muro selfie" es un ejemplo de esto, donde más de 1000 fotos en menos de 2 días fueron subidas a diversas redes sociales, desencadenando interacciones sociales en el espacio físico y virtual, incluso por más tiempo del de la misma intervención. Durante ese pequeño período, la plaza se convirtió en un significativo punto de referencia de la revitalización urbana a través de la red virtual.
El proyecto tenía un espíritu efímero, ya que duró sólo 3 días. En el mañana del primer día el impacto fue sorprendente cuando los usuarios se dieron cuenta de que algo había transformado drásticamente el espacio que solían habitar de manera inconsciente. Una imagen colorida, lúdica y renovada los invitaba a experimentar el espacio desde una perspectiva inexplorada en sus recorridos habituales.
El miso carácter efímero de la obra incentiva el reconocimiento de los espacios urbanos como plataformas de socialización pues invitar a los transeúntes a vivir una experiencia particular y explosiva, que fomenta una mayor atención a los espacios que los mismos utilizan a diario y en los que rara vez suelen detenerse y ‘experenciarlos’ más allá de un uso cotidiano basado en el desplazamiento.
Es una invitación a descubrir los lugares en los que por lo general creemos no hay nada más.
CRÉDITOS. FICHA TÉCNICA.-
Arquitectos.- 100architects (Madalena Sales, Marcial Jesús, Pablo Juica).
Fecha de ejecución.- 2014.