La reactivación del castillo busca ser, ante todo, sostenible tanto económicamente como climáticamente, para lo que se establecen diferentes estrategias. Por ejemplo, el sistema presenta una dualidad estacional que reduce el consumo energético, minimizando los 2.000 m² útiles de los que se puede disfrutar en verano a unos 250 m² acondicionados en la época más fría. También se emplean técnicas de acondicionamiento bioclimático, como chimeneas solares y aprovechamiento de efecto invernadero.
Descripción del proyecto por Izaskun Chinchilla
El objetivo de este proyecto es la rehabilitación del Castillo de Garcimuñoz en la provincia de Cuenca y la introducción de nuevos usos para asegurar tanto la conservación física del inmueble como su utilidad social. Aspectos claves de su diseño son:
1. Hemos diseñado algo que se parece a un sistema ortográfico. Diferentes circunstancias históricas, sociales y culturales han hecho del Castillo de Garcimuñoz un espacio constituido por multitud de fragmentos incompletos. La propuesta se comporta como un sistema ortográfico: las nuevas piezas arquitectónicas son tan pequeñas y ligeras como los puntos y las comas de un texto. Su colocación contribuye a comprender el intrincado legado histórico. Diferentes estrategias y grupos de materiales permiten separar perceptivamente elementos que proceden de diferentes épocas, contribuyendo a la claridad de la datación histórica. Casi todos los elementos incluidos en el proyecto pueden ser transportados por dos personas y todos pueden ser desmantelados. Se trata de un proyecto completamente reversible. Desde el punto de vista tectónico, la intervención se asemaja más a un mobiliario adherido al inmueble que a una nueva construcción. Esto permite no solo una futura incorporación de otros usos, sino también futuras actualizaciones del equipamiento -con importante presencia de usos digitales- y translado de elementos obsoletos a otros emplazamientos.
2. La arquitectura se comporta como un fantasma ‘sostenible’. El Castillo de Garcimuñoz es un pequeño municipio y esto implica una limitación en los recursos disponibles. El Gobierno Español ha financiado la reforma principal y el pequeño Ayuntamiento del pueblo ostentará la responsabilidad de su mantenimiento. La ubicación del municipio, justo al lado de la autovia A-3 que une Madrid y Valencia, asegura un gran volumen de visitantes en las épocas estivales. La combinación de escasos recursos y de un flujo de visitantes estacional ha constituido un aspecto crítico en la redacción del proyecto. La decisión más inmediata, que se deriba de estas condiciones, es la minimización del area que requiere aporte energético y la adaptación de los usos a lo largo del año. La mayor parte del espacio útil se usara los días en que la buena climatología y las medidas pasivas adoptadas lo permitan. Este periodo se extenderá previsiblemente los 8/9 meses centrales del año, incluyendo el momento de máxima afluencia de visitantes. En los días más duros del invierno solo se utilizarán de 200 a 250 metros cuadrados del espacio. La mayor parte del área construida desaparecerá en términos de gastos económicos y energéticos. Parte de la arquitectura quedará a la espera de que venga el buen tiempo. En la época estival, el espacio exterior equipado y atemperado acrecenta el programa disponible, alcanzando los 2000 metros cuadrados de superficie para usos culturales. Con este propósito se han incorporado varias técnicas bioclimáticas. El área de menos cota, donde se encuentran las ruinas de un fragmento de una alcazaba musulmana, se cubre con una plataforma constituida por dos capas: una de vidrio y una de entramado metálico. Esta plataforma aprovecha del efecto invernadero en invierno. Sobre la plataforma se disponen chimeneas solares que minimizan el calor en verano y se utilizan como expositores en el nivel superior, de uso museográfico. Las diferentes estrategias bioclimáticas buscan que le mantenimiento del edificio sea muy barato, buscando que pueda cubrirse con la pequeña cuota de entrada y los ingresos derivados de las actividades culturales. El uso general del acero galvanizado, la eliminación sistemática de las uniones soldadas y la aplicación de tratamientos superficiales que garantizan la respiración y la longevidad de todos lo materiales buscan, asimismo, la minimización de los gastos de mantenimiento.
Además de los citados intereses, el proyecto ha requerido un importante esfuerzo investigador al estudio, a los contratistas y al promotor. La adaptación de los criterios de accesibilidad, la interpretación ad-hoc de las normas tecnológicas y de protección de patrimonio vigentes, la puesta en valor de la tradición mediterránea en cuanto al uso del espacio abierto y a la ampliación de actividad a las horas nocturnas en verano, la adaptación de las técnicas constructivas a la presencia ubicua de restos y la necesidad estricta de desmontabilidad, el respecto escrupuloso al presupuesto existente, la incorporación de programas de alfabetización digital y otros muchos aspectos invitan a entender esta arquitectura dentro de proyectos y áreas de investigación de mayor envergadura y relevantes social, cultural, mediambiental y técnicamente.