Descripción del proyecto por Ensamble Studio
Situado en el límite norte del parque de Yellowstone en Montana, Tippet Rise Art Center, con una extensión de más de once mil acres de naturaleza salvaje ha surgido como un nuevo destino para las artes, en el que las actuaciones musicales y esculturas al aire libre a gran escala juegan un papel importante.
El principal objetivo del proyecto, es conseguir que la fauna y la ganadería coexistan con intervenciones artísticas y arquitectónicas. Este desafío ha impulsado la investigación que iniciamos con nuestras primeras experiencias en la cantera y continuó con experimentos como La Trufa, el avance del conocimiento y apreciar lo que las condiciones preexistentes pueden aportarnos, como arquitectos y como usuarios de la arquitectura.
Una vez más volvemos a los elementos primarios para configurar arquitecturas endémicas, en armonía con la naturaleza. El trabajo con la tierra, con las rocas, aprendiendo de la lógica de su formación, de las diferentes técnicas y procesos que se desarrollan para la manipulación de las estructuras, de las propiedades acústicas y térmicas de estos materiales locales en diferentes escalas; y la transformación de los procesos geológicos -sedimentation, erosión, intemperie, cristalización, compactación, metamorfismo - reinterpretados para cultivar estructuras hechas del paisaje, para el paisaje. Estructuras que trabajan con la materia existente y la refuerzan, utilizando procesos de alta ingeniería, al tiempo que dan la bienvenida a resultados impredecibles. Las formas obtenidas son hermanas de la tierra que las contenía y las soportaba antes del fraguado, por lo que conservan su memoria y su huella, e introducen en ella un nuevo significado y una nueva tensión. Son estructuras de paisaje ya que nacen de él y le dan orden, transformando la materia en espacio habitable y desarrollando una nueva constelación de programas entre las mesetas, cordilleras, cañones y colinas de brutal belleza que componen el lugar.
Las Estructuras de Paisaje permiten el habitar sin explotar recursos, produciendo relaciones íntimas con el medio ambiente. Resuenan con la inmensidad, la rugosidad, el silencio y la soledad mágica del lugar, amplificando sus valores, y sitúan nuestras acciones en una posición ambigua entre la naturaleza, la arquitectura y el arte, ya que pueden ser una y todas, o una categoría completamente diferente que sólo tiene sentido donde ha nacido.