Memoria del proyecto
El Telcel Theatre, enterrado, da cuenta de su presencia a través de una gigantesca estructura metálica levanatada del suelo, llamada Dovela, que actúa como atractor
Entendemos la cultura contemporánea como una expresión constante de conectividad con los movimientos temporales, y las capas de la historia que se superponen e hibridizan con la cultura mexicana son una fuente de inspiración para hacer un ejercicio de arquitectura hoy en día. Más aún, la Dovela aparece como una piedra de aire, sustentada por el espacio que surge de una secuencia de terrazas excavadas; que se ofrece al sol, que se mueve y entra a través de sus lamas; y que protege de la lluvia y nos refugia bajo tierra. La Dovela intenta recoger todas las resonancias del mundo que le rodea, para darle orden. Es un objeto matemático que permite que los elementos naturales (aire, tierra, agua) determinen su configuración final. Los espacios articulados en una secuencia de vestíbulos a distintos niveles se abren al público y al espacio abierto, protegidos por la estructura simbólica de acero. El proyecto contrapone la naturaleza elemental con la construida: la profunda densidad del espacio negativo, de carácter vertical; y la tensión horizontal del aire contenido y soportado por la Dovela, la última prueba de balance abstracto que pierde su peso para parecer aérea, mutable y ligera como una nube que cualifica la superficie del suelo filtrando los rayos del sol.
Y el contacto entre el sol y la tierra no podía reconocer patrones de orden de ninguno de ellos. Así que en el diseño de la estructura que genera la conexión gravitacional entre la Dovela y las excavaciones en el suelo, nos decidimos por una solución muy figurativa, como si fueran cariátides o habitantes de Atlantis; evocando diversidad, reflejando el mundo del hombre que habitará el espacio. Por tanto, los apoyos están involucrados en el movimiento, en el tiempo, y se distribuyen libremente en la danza del espacio, contrarrestando la rigidez de la estructura esta disposición asimétrica en la cuadrícula interior de la Dovela.
Si nos sumergimos en el espacio negativo de los abiertos vestíbulos excavados, podemos acceder a un nuevo y último acontecimiento. Una vez dentro de la tierra, el Teatro aparece al final de su secuencia de espacios. Aquí la síntesis del edificio culmina con la función del tiempo detenido, recreativo, un lugar para la contemplación.
Texto.- por Ensamble Studio.