Oval ejecutó esta propuesta de forma cautelosa, respetando el impacto sobre la pista de atletismo y un riguroso control de entrada. El proyecto trata de integrarse de manera natural al contexto histórico del sitio.
El edificio tiene dos volúmenes: un pabellón principal de hormigón y con una macroestructura en pilares y vigas metálicas, y un piso superior de yeso y ventanas exteriores de vidrio.
El suelo es de madera deportiva en el pabellón principal, y los muros de hormigón cuentan un un revestimiento de aislamiento térmico y acústico. La luz natural se ve presente gracias a los lucenarios, minimizando las necesidades energéticas.
Pabellón deportivo de la Escuela Secundaria Eça de Queirós por Oval. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
Pabellón deportivo de la Escuela Secundaria Eça de Queirós por Oval. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
Descripción del proyecto por Oval
El reto de este proyecto era incluir una nueva instalación deportiva en el complejo de la «Escola Secundária Eça de Queirós». A pesar de contar con un amplio espacio exterior para la práctica de deportes, con canchas de fútbol, otros deportes y hasta una pista de atletismo, este Liceo, ubicado en pleno centro urbano de Póvoa de Varzim (con dos hectáreas y media), no contaba con un espacio adecuado para permitir la práctica física en cualquier condición climática. La Eça de Queirós es un edificio con larga presencia en la memoria de los habitantes de Povóa desde hace más de medio siglo, habiendo servido a la población durante varias generaciones. En este sentido, se consideró que cualquier planteamiento de diseño de un nuevo edificio que se sumara a los existentes debía ser analizado con detenimiento, buscando, en lo posible, una propuesta no disruptiva con el contexto y el entorno preexistente.
Aun así, el programa de intervención incluía un polideportivo, un edificio de apoyo con gimnasio, unos vestuarios y espacios complementarios.
Siguiendo este desafío, el proyecto se concibió con un lenguaje moderno, pero enmarcado en el contexto de un patrimonio edificado de los años cincuenta y sesenta del siglo XX, con evidentes referencias a la arquitectura que solemos denominar estilo «Estado Novo».
Pabellón deportivo de la Escuela Secundaria Eça de Queirós por Oval. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
El conjunto general de la Escuela Secundaria Eça de Queirós tiene un volumen ortogonal, en forma de unidad de bloque, con una altura uniforme de dos pisos rematados por una cubierta inclinada. La implantación del cuerpo principal, con claustro, fue realizada por la «Junta de Construcciones para la Enseñanza Técnica y Media», en 1952, teniendo como arquitecto a António José Pedroso. Posteriormente, parece que se realizaron algunas obras de ampliación y estas se terminaron en el 1961.
En nuestra intervención, el pabellón creará un nuevo edificio frente a la Rua Alberto Pimentel, justo al lado de «Casa Beires», una de las primeras y más icónicas obras de Álvaro Siza Vieira. Esta entrada, alejada de la fachada principal de la escuela, se ubica en el lado opuesto de la gran manzana urbana, e implicó un marco estable con un entorno habitacional. Por otro lado, al tratarse de una escuela, se impuso un riguroso dispositivo de control de ingreso, de modo que el equipo durante el período escolar solo funcione de cara al interior del complejo escolar, y en el período complementario al período escolar, estaría abierto al público y cerrados automáticamente los terrenos de la escuela.
Pabellón deportivo de la Escuela Secundaria Eça de Queirós por Oval. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
Estos condicionantes supusieron una propuesta de ejecución muy cautelosa, mitigando el impacto sobre la pista de atletismo existente y haciendo de la intervención un zurcido mínimo en la trama urbana del conjunto. Al mismo tiempo, a lo largo de la experiencia de diseño, se buscó una nueva gramática arquitectónica para integrar el nuevo volumen en un todo con un contexto histórico.
Fue esta amalgama de condiciones, algunas impuestas legalmente y otras autoinfligidas por el proyecto, que dio origen a la idea conceptual de este proyecto: buscar un lenguaje que combine la imagen integrada de una calle urbana con tendencia habitacional, con modernidad de equipos que se inspiran en colores y materiales.
En el nuevo edificio se preocupó por no competir con el existente, sino jugar un juego de integración y hacer su propio manifiesto de modernidad, buscando introducir un lenguaje contemporáneo, con una matriz volumétrica rica y diferenciadora.
En aspectos organizativos y funcionales, la propuesta trata de encajar sin problemas en la parcela, con una implantación sencilla e incorporando el programa.
Pabellón deportivo de la Escuela Secundaria Eça de Queirós por Oval. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
El edificio se diseñó con dos volúmenes, ambos en estructura de hormigón armado. El cuerpo principal del pabellón prevé una macroestructura en pilares y vigas metálicas. El cuerpo principal se revistió en la cubierta con un sistema de doble hoja, con aislamiento integrado, asumiendo una imagen necesariamente iconográfica. El edificio tiene una base de hormigón visto y un piso superior con acabado de yeso y marcos de ventanas exteriores de fibra de vidrio, lo que le da a las ventanas un ambiente más distintivo.
Los muros serán de hormigón (en la base) y de bloque de hormigón revestido con un sistema de aislamiento térmico en el exterior (desde el nivel 1 hasta la parte superior) en color champán, idéntico al exterior de la escuela existente. El edificio complementario (duchas y áreas de apoyo) se construyó con estructura de hormigón armado. En el interior se emplearán baldosas cerámicas antideslizantes, en gres, para una mayor resistencia.
El suelo deportivo de madera brinda la versatilidad de uso que se buscaba, tanto para la práctica deportiva como para cualquier evento que la escuela o comunidad pretenda realizar allí. La luz natural, siempre presente, concretamente a través de los numerosos lucernarios, busca minimizar las necesidades energéticas, pero también reforzar la conexión interior-exterior. Desde los bancos del público se puede apreciar el patio de recreo al aire libre con los niños jugando teniendo como fondo las antiguas fachadas. En la esquina interior, se diseñó un pequeño balcón con métricas y alineaciones intencionalmente enigmáticas, que ofrece un lugar de pausa, donde los padres pueden relajarse en el descanso de los juegos de sus hijos junto a las hojas de los árboles en la Rua Alberto Pimentel, y apreciar la fachada no lineal de la casa que también se conoce como la «casa bomba».