El espacio de la Plaza de la Merced, proyectado por Estudio ACTA, se organiza en torno a un espacio central que ocupa el escenario donde se desarrolla la vida cotidiana en la ciudad. Con la catedral y la universidad como telón, una serie de espacios acotados, enlazados física y visualmente, rodean perimetralmente un espacio central volcado hacia la fachada de la Catedral-Universidad.
La intervención peatonaliza tres de las calles laterales que rodean la plaza, logrando continuidad, accesibilidad universal y un gran espacio central libre de objetos volcado hacia la fachada de la Catedral-Universidad. Entre los diferentes espacios de escalas y colores cambiantes, el proyecto ubica diferentes zonas verdes en montículos que recuerdan a la topografía de la ciudad, mientras que un sistema de líneas y superficies drenantes de recogida de aguas pluviales, rememoran el carácter fluvial y marinero de la misma.
Remodelación y peatonalización de la Plaza de la Merced por Estudio ACTA. Fotografía por Fernando Alda.
Descripción del proyecto por Estudio ACTA
En nuestra cultura mediterránea, las plazas constituyen parte del escenario de la vida. Nuestra memoria visual pretende a veces que el decorado de los momentos de nuestra pequeña historia allí vividos permanezca inalterado por siempre para, de esa forma, seguir siendo jóvenes al menos en nuestra memoria. Quizás por ello, uno de los proyectos más complicados a los que puede enfrentarse un arquitecto es la reforma de un espacio público histórico, como es el caso que nos ocupa, pasado ya medio siglo desde su última intervención integral.
Pero las ciudades, como las gentes que las habitan, son organismos en continuo cambio y sus escenarios deben adaptarse a los nuevos tiempos. De lo contrario, la nueva vida no encontrará soporte adecuado en ellos y marchará a la periferia. Es de agradecer, pues, al Ayuntamiento de Huelva, la apuesta valiente por la renovación de los principales espacios urbanos de la ciudad mediante concursos de Arquitectura.
El diseño anterior de la plaza contenía graves carencias de accesibilidad hacia interior de la misma y un excesivo fraccionamiento en reducidos espacios con grandes desniveles. Pero, ante todo, su principal carencia consistía en dar la espalda al B.I.C. Catedral-Universidad. Los objetivos del concurso eran precisamente solucionar todos esos problemas, peatonalizando tres de sus calles laterales, logrando continuidad y accesibilidad universal en las pendientes de todo el ámbito y consiguiendo un gran espacio central libre de objetos y volcado hacia la fachada de la Catedral-Universidad, que vería así reforzada su identidad y su papel histórico en el ámbito.
La Plaza de la Merced constituye un enclave urbano, viario, topográfico y cultural destacado en la ciudad, ya que se sitúa justo en el lugar en el que la topografía del sistema de cabezos de Huelva llega a contactar con la zona llana de la ciudad y sus antiguas marismas, colmatadas en épocas pasadas. Y así, las zonas verdes propuestas se presentan como montículos que recuerdan la peculiar topografía de la ciudad, mientras que todo un sistema de líneas y superficies drenantes de recogida de agua de lluvia, rememoran el carácter fluvial y marinero de la misma.
La propuesta trata de enlazar física y visualmente una serie de espacios acotados y acogedores, de escala menuda y variados colores (estancias), con un gran espacio central vacío hacia el que confluyen todas ellas, que tiene como telón de fondo el B.I.C. Catedral-Universidad, y que hace posible cualquier configuración, más o menos efímera, con una numerosa presencia de público. Se trata, hoy día, de equipar más que de proyectar espacios, de dotarlos de las instalaciones precisas de apoyo que permitan un sinfín de usos: deportivos, culturales, festivos, musicales, políticos o navideños.
En definitiva, la plaza se convierte en una metáfora del teatro de la vida cotidiana de la ciudad, donde el círculo central sería el patio de butacas, las cinco estancias perimetrales los palcos superiores, el gran espacio vacío el escenario donde se desarrolla la acción y, por último, la Catedral y la Universidad el inigualable telón de fondo de la escena.