La fachada queda vestida gracias a una meticulosa restauración que desvela la belleza policromática minimalista del estuco original. En el interior la propuesta desnuda los paramentos y muestra vivos los muros de ladrillos y vigas de madera, que se encuentran reforzados con aceros pintado en gris oscuro, influenciando con ello el uso de materiales de tonos monocromáticos para las salas de reuniones. Mirando hacia el techo, también se observan los restos de las capas que se fueron generando con el uso de sus ocupantes, revelando la historia del edificio y facilitando el acceso a las instalaciones.
La renovación presenta un edificio de alta eficiencia energética, alcanzando la máxima calificación «A». Para mejorar aún más su eficiencia, se han instalado 32 paneles fotovoltaicos.
Bofill Foundation Headquarters por GCA Architects. Fotografía por José Hevia.
Descripción del proyecto por GCA Architects
Situado en el barrio del Eixample de Barcelona, el proyecto de rehabilitación transforma una antigua fábrica en diáfanos espacios de oficinas, adaptando el edificio a los más altos estándares de confort, estética, funcionalidad y eficiencia energética.
GCA Architects considera este tipo de proyectos como oportunidades apasionantes para desvelar las capas de historia que encierra la ciudad.
Construido en 1850, el bloque de 21x21m se erige como testimonio de la arquitectura industrial de su época, representando un ejemplo de patrimonio protegido.
El proceso de proyecto comenzó con una exploración meticulosa de los elementos del edificio que debían conservarse y restaurarse, desprendiendo cuidadosamente las capas acumuladas tras décadas de renovaciones. Este enfoque permitió que emergiera la esencia del carácter del edificio, resaltando su estructura original.
Bofill Foundation Headquarters por GCA Architects. Fotografía por José Hevia.
Las nuevas adiciones no sólo respetan lo existente, sino que contrastan con él, creando una clara distinción entre lo antiguo y lo nuevo. Un ejemplo de esta estrategia son los muros de ladrillo y las vigas de madera, que se han reforzado estructuralmente con añadidos de acero pintados de gris oscuro. En las salas de reuniones se han utilizado materiales de tonos cromáticos neutros, preservando el protagonismo de los elementos originales.
El ritmo de la estructura y las ventanas del edificio existente se acentúa con la inserción transversal de la iluminación técnica y las instalaciones. Mediante la superposición de capas con estéticas diferentes pero armónicas, los usuarios pueden leer literalmente la historia entre las líneas formadas en el techo.
Debido a la naturaleza del trabajo colaborativo y flexible del cliente, el encargo de proyecto exigía espacios flexibles que pudieran transformarse para adaptarse a diversos escenarios.
Bofill Foundation Headquarters por GCA Architects. Fotografía por José Hevia.
Una serie de paneles y cortinas móviles permiten configurar libremente un espacio polivalente para eventos de 250 m² en la planta baja. La zona central de este espacio cuenta con una superficie de proyección retráctil que permite su transformación en sala de proyecciones.
La escalera existente actúa como hilo conductor, uniendo las plantas superiores de co-working con la zona de la planta baja, que comprende las instalaciones de cocina, la zona de recepción y el jardín. La meticulosa restauración de las fachadas desvela la belleza policromática minimalista del estuco original.
La renovación ha transformado la antigua fábrica en un edificio de alta eficiencia energética, alcanzando la máxima calificación de eficiencia energética, una calificación A. Para mejorar aún más su eficiencia, se han instalado 32 paneles fotovoltaicos, que cubren una parte importante de los gastos energéticos del edificio.
Este proyecto de rehabilitación transformadora no sólo revitaliza un edificio histórico, sino que también celebra la interacción dinámica entre el pasado y el presente, entrelazando armoniosamente el patrimonio arquitectónico y el diseño contemporáneo.