
En el centro histórico de Pamplona, donde el espacio público escasea, la propuesta de Iraburu Estudio busca convertirse en el principal punto de encuentro entre vecinos y visitantes, la suma de pequeñas intervenciones que trabajan conjuntamente por y para la comunidad.
Realzando el perímetro mediante estructuras porticadas, donde la madera se lleva el protagonismo frente al resto de materiales. Entre los pilares es donde surgen espacios con diferentes límites que recogen las distintas actividades: leer, pintar, escuchar, jugar y más; todo ello en un mismo lugar.

Visualización. Propuesta finalista para la Plaza de Santa Ana por Iraburu Estudio.
Descripción del proyecto por Iraburu Estudio
Contextos
La plaza de Santa Ana, tal y como la conocemos hoy, es un espacio reciente en la historia de la ciudad. Su origen, resultado de la unión de varios patios de manzana separados por construcciones transversales, le otorga un carácter doméstico, casi de «andar por casa», que se refleja tanto en su configuración física como en su esencia.
A pesar de su juventud, es un espacio urbano con gran potencial que debe ponerse en valor. Es fundamental que, en su transformación, se conserve y potencie ese carácter único que la define, su Genius Loci, dándole la importancia que merece por su ubicación y dimensiones. Este protagonismo es especialmente necesario para los habitantes del casco antiguo de Pamplona, que carecen de espacios amplios para el esparcimiento.
Sin embargo, la plaza todavía no ha alcanzado su potencial, ya que las fachadas traseras de muchas de las viviendas circundantes le dan la espalda, sin abrir puertas directas hacia ella y con varios edificios en mal estado, esperando rehabilitación. Esta situación genera una percepción ambigua, que opaca otros aspectos positivos.

Narrativas
La propuesta pone en valor las huellas originales del lugar. La versatilidad de usos y actividades que alberga la plaza se convierte en el motor del proyecto, concebido como un lienzo en blanco que fomente la vida del barrio.
La intervención se plantea como una suma de actuaciones de carácter más o menos independientes que, en su conjunto, apuntan hacia una intervención global.
Una de las premisas principales de la propuesta es proponer una morfología de plaza polivalente al servicio de la ciudad haciendo a la plaza partícipe de la reactivación de la ciudad y de su compromiso con el espacio público, las nuevas tecnologías y la sostenibilidad.

La generación de un recinto
La propuesta define el ámbito de la plaza mediante un recinto de geometría clara que establece un diálogo sereno con el contexto urbano, fragmentado y en constante transformación. Este gesto ordena y enmarca el espacio público, aportando polivalencia y realzando sus proporciones y dimensiones.
El proyecto se articula a partir de un gesto sencillo: un perímetro cubierto que resulta de la unión y extensión natural de las edificaciones y accesos existentes en la plaza de Santa Ana. Este recinto establece una doble mirada: hacia el espacio central, un vacío concebido como un lienzo en blanco que dinamiza las actividades ciudadanas, y hacia una serie de espacios más acotados y de carácter específico. La estructura protege y conecta ambos ámbitos, otorgando identidad y unidad al conjunto.