El estudio R21 Arkitekter buscó el constante diálogo con el paisaje circundante sin dominarlo. El programa se organiza en dos niveles. El primer nivel se relaciona con el exterior disponiendo las habitaciones de los niños en torno a una zona de estar orientada hacia el sur capturando la luz solar y extendiéndose hacia el porche exterior.
El segundo nivel busca las vistas hacia el paisaje exterior, ubicando la sala de estar y los balcones hacia el sur con vistas a las pista de esquí, mientras que la zona de cocina se sitúa en la cara norte gozando de una panorámica hacia la cima de Kvitfjell Toppen.
El proyecto reinterpreta las construcciones tradicionales noruegas con troncos de madera maciza mediante un sistema basado en bloques de madera maciza laminada. Para protegerse de intensos vientos los volúmenes sobresalen en las zonas de las ventanas siguiendo la arquitectura tradicional. La estructura de madera aporta una coherencia formal a la vez que refuerza el carácter tectónico, integrando ambos aspectos en el proyecto.
Cabaña Kvitfjell por R21 Arkitekter. Fotografía por Mariela Apollonio.
Descripción del proyecto por R21 Arkitekter
El encargo consiste en el diseño y construcción de una cabaña para uso de fin de semana, situada en Kvitfjell, cerca de las cabañas Vinterro, un proyecto desarrollado paralelamente por el estudio. El reto principal es integrar un programa amplio que interfiera lo menos posible con el entorno natural, buscando un diálogo armonioso con el paisaje sin intentar dominarlo.
Siguiendo las mismas premisas que en las cabañas Vinterro —ubicación en la parte alta del centro de esquí, orientación adecuada de la edificación e integración visual con el entorno—, el proyecto busca mantener una coherencia formal y contextual. La parcela condiciona la disposición de los espacios: la planta superior se eleva para aprovechar una mejor relación visual con el paisaje circundante. El programa se distribuye en dos niveles. En la planta inferior se ubican el garaje, los servicios y las habitaciones para los niños, dispuestas en torno a una zona de estar que captura la luz solar del sur y se extiende hacia el exterior. En la planta superior se encuentran las habitaciones principales y las áreas de día, concebidas como un único espacio abierto. Desde la sala de estar se obtiene la vista principal hacia las pistas de esquí, mientras que la cocina goza de una panorámica hacia la cima de Kvitfjell Toppen. Los balcones se sitúan en la fachada longitudinal, orientados hacia el sol del sur.
El proyecto también plantea una re-interpretación de la construcción tradicional con troncos de madera maciza (block-bau). Se ha optado por un sistema moderno, inspirado en la tradición constructiva de las zonas montañosas, desarrollado por una empresa finlandesa, basado en bloques de madera maciza laminada (200x350 mm) de sección precisa para su encastre. Los tabiques que definen los espacios están organizados de forma cruzada, acorde con este sistema constructivo. La anchura de la pieza, junto con una viga a cada lado, establece el módulo tanto para la planta como para la cubierta. En las fachadas, el volumen se percibe como una alternancia entre lo abierto (vidrio) y lo cerrado (madera maciza). Al igual que en la arquitectura tradicional, los volúmenes sobresalen en las áreas de las ventanas, protegiéndose de los vientos intensos. La estructura misma es una manifestación de la forma, lo que refuerza la coherencia formal y el carácter tectónico de la pieza, alcanzando una integridad total en el proyecto.