Con la luz natural como prioridad, el color predominante en el interior es el blanco, enmarcando los coloridos libros en los estantes. Aprovechando las posibilidades del ladrillo, se utilizaron celosías como filtros solares.
Como dicen los propios arquitectos, esta adición encaja en su contexto "de una manera humilde" y marca la pauta para el resto de la reforma, utilizando la arquitectura como "un elemento educativo fundamental".
Descripción del proyecto por Iván Marín + Doho Constructivo
Este pequeño centro cultural es la primera pieza de un plan de desarrollo que esta modesta escuela ha generado para mejorar el desempeño de sus alumnos y docentes.
Como base de las soluciones de este plan, la dirección del plantel ha dado una importancia relevante a la arquitectura, debido a que a través de los treinta años que tiene operando ha realizado la auto construcción de múltiples edificios, todos en etapas y bajo diferentes contextos, lo que ha concluido en una multiplicidad de estilos con una gran variedad de materiales, generando un caos de usos y ambientes nada propicios para el desarrollo de la educación.
El proyecto se desarrolló reciclando la antigua biblioteca ya construida, de la que se conservaron dos contenedores metálicos, los cimientos, pisos y muros perimetrales. La techumbre que se encontraba en un estado máximo de deterioro fue desmantelada en su totalidad y las ingenierías fueron reconstruidas al 100%.
Derivado de un análisis de los materiales con los que se encuentran construidos los edificios ya en el sitio, se tomó la decisión de tener como material único envolvente el tabique de barro, material de un alto uso local.
Al tener delimitado el contexto por edificios y andadores ya construidos, el uso de la luz natural se convirtió en una prioridad del proyecto, aprovechado recursos como el uso de celosías como filtros solares, vanos abiertos y muros ciegos como protecciones. Además de la integración de espacios interiores y exteriores como el patio central que funge como vestíbulo principal de acceso y la terraza de lectura.
El interior cuenta con una zona de lectura y biblioteca, una sala polivalente para yoga y dalcroze y dos salas de artes plásticas. En ellos se amplió la luminosidad usando el blanco como único color que enmarca el colorido de los libros.
La simpleza de su volumetría y el uso de una escasa paleta de materiales logra que este centro encaje de una manera humilde en su contexto y sirva como el elemento detonador de lo que en un futuro será un complejo educativo que toma a la arquitectura como elemento fundamental educativo.