La vivienda, proyectada y construida por los arquitectos Daniel Moreno y Sebastián Calero se configura en torno a siete contenedores que albergan los usas privados de la casa, habitaciones y baños, siendo los interespacios que se forman entre ellos los espacios públicos como la zona de estar, cocina o varias zonas al aire libre cubiertas.
Descripción del proyecto por Daniel Moreno y Sebastián Calero
La memoria
Los proyectos que hacemos corresponden al entendimiento de todas las partes y las singularidades de cada entorno en particular. No pretendemos buscar soluciones predeterminadas, por lo que las ideas de esta casa nacen de deseos, experiencias y formas de vivir de los clientes.
El propietario, cuando era pequeño, buscaba descifrar el funcionamiento de los relojes antiguos. Esta pasión por la mecánica le llevó más tarde hacia las motos y los autos Land Rover. Le interesaba una casa muy didáctica, utilitaria y desarmable (en el entendimiento de las piezas como la mecánica de estos vehículos) y que las soluciones constructivas sean visibles, sin importar su manufactura. Al descifrar esta vinculación directa con el metal, apareció la idea y el anhelo de vivir en una casa de contenedores. Una de las razones principales para experimentar con este material, fue el ahorro energético que implica, ya que después de su vida útil estos objetos se convierten en desechos (al haber tantos en el mundo se convierte en un problema), al cambiarle su función y habitables, no solo que se da un nuevo uso sino que se construye de manera limpia. En el diseño se hizo un trabajo de simplificación donde únicamente debían existir las piezas necesarias.
Posteriormente, arribaron a La Morita (Tumbaco) siete contenedores de 20 pies y uno de 40 pies, procedentes de Guayaquil. Estos módulos debían ayudar a ensamblar una vivienda singular, implantada en un gran área verde, casi plana, y desligada del mundano ruido de la ciudad.
Los principios
Los contenedores son imperfectos, mantienen todas sus cicatrices como el legado a su registro de golpes e historia de usos. Estos objetos fueron pensados como los espacios complementarios de la casa: bodegas, baños, closets y cocina, y prácticamente se los utiliza en su estado natural. Es así que se planteó la posibilidad de no hacer cambios en su estructura original, y en caso de hacerlo, encontrar la justificación responsable para intervenir. De esta manera, las modificaciones realizadas fueron estratégicas y ligadas estrictamente a criterios de iluminación, ventilación y vinculación entre ambientes interiores y exteriores.
Por otra parte, y con el afán de evidenciar la esencia material, se retiró la pintura de fábrica hacia el exterior (metal visto), mientras que al interior, se mantuvo un carácter neutro y sanitario, guiado por el color blanco. Posteriormente, se trabajaría el piso, el cual mantuvo su madera original.
El proceso
Se planificaron cuatro etapas de construcción:
La primera que correspondió a la fundición de plataformas, unas bases rectangulares de hormigón pulido, sentadas y ordenadas estratégicamente a lo largo de la topografía a manera de pequeñas manchas funcionales. Debido a una ligera variación de niveles en el corte longitudinal del terreno, las plataformas sobresalen lo menos posible desde la arista más alta, son unas pequeñas islas borrosas a la vista.
La segunda etapa, fue el montaje, alineamiento y anclaje de los contenedores sobre las plataformas de hormigón por medio de una grúa mecánica. En todos los casos, los contenedores se apoyan sobre el hormigón, vuelan ligeramente hacia el exterior, dando una sensación de equilibrio y control de pesos. Estas piezas se distancian unas de otras con el fin de crear y delimitar los espacios habitables y, a su vez, constituyen la estructura vertebral de la casa, sobre la que se asientan las cubiertas.
La tercera etapa correspondió a la colocación y soldadura del sistema de vigas metálicas, las cuales cruzan de contenedor a contenedor y ayudan al armado de las losetas de hormigón. Por último, la cuarta etapa, consistió en descolgar desde la cubierta, un sistema de cables y vigas, que ayudaron a conformar los dormitorios, en cuyo interior domina la madera.
La casa mantiene una fuerte vinculación con el exterior (área verde y montaña) y todos los espacios entre los contenedores son una especie de ausencia material, únicamente se evidencian los imperceptibles marcos metálicos con el vidrio.
Se diseñaron tres sistemas mecánicos para transformar el uso en los espacios, un ascensor manual para subir al segundo piso, unas persianas manipulables colocadas en los dormitorios y un piso flexible en el baño master que se pliega para visibilizar y ocupar una bañera. Todas estas soluciones son como un juego que permiten al usuario ser partícipe de una arquitectura pensada para ellos.