La esbeltez y ligereza permiten dejar a salvo y preservar la siempre delicadas ecologías de las orillas del río, que enlazan al sur del Espacio Fortaleza, también en la zona del auditorio, y al sur del Parque del Castelinho. La estructura vertical está compuesta por dos apoyos de acero en las riberas, lo que ha permitido elegir una estructura horizonal con un tablero extraordinariamente esbelto que está suspendido del cable principal —dos elementos de ø200 mm— con dos tirantes de ø30 mm cada 12 m.
El proyecto está encuadrado en una de las actividades del proyecto VISIT_RIO_MINHO, del Programa Operativo España-Portugal (POCTEP) 2014-2020 Interreg V-A en una candidatura conjunta de la Diputación de Pontevedra con la CIM Alto Minho, los ayuntamientos del norte de Portugal, la Fundación CEER, el Centro Tecnológico del Mar y la Universidad de Vigo. Este proyecto obtuvo un cofinanciación del 75% de fondos FEDER, con un presupuesto total aprobado de dos millones de euros y una aportación de la Unión Europea que asciende a 1.500.000 euros.
Descripción del proyecto por Burgos & Garrido Arquitectos
El Puente Goián Cerveira es una construcción extremadamente ligera y aérea, cuya posición y estructura preserva intactas las vistas cruzadas de las formidables fortalezas situadas a un lado y al otro del río Miño. La condición asimétrica del río en el sentido de su movimiento ha determinado el trazado y la estructura del puente, que respeta las delicadas ecologías del río y su geometría de doble curvatura hará de su travesía una experiencia intensa, profunda y memorable en la que el paisaje siempre variable que se abre hacia el Atlántico, al sur, y al valioso patrimonio histórico, al norte, es lo más importante.
El Puente Goián Cerveira se distingue claramente de la estructura del Puente de Amizade, situado aguas arriba a menos de 1.500 m. Su uso exclusivamente peatonal y ciclista permite emplear una estructura más audaz, luces mayores y un planteamiento estratégico en el que la experiencia del cruce y la relación con el paisaje son determinantes e ineludibles. Por ello es lo más ligero, transparente y aéreo posible. También contrasta con la Fortaleza de San Lourenzo y el Castillo de Cerveira, construcciones aferradas al territorio que expresan con rotundidad su peso, masa y carácter pétreo.
La traza del Ponte es sensible a estas condiciones tan distintas y se “arquea” para premiar las vistas al Atlántico, convirtiéndose en una línea tensa ligeramente curva casi invisible en el paisaje.
La estructura propuesta permite cruzar el río con un único vano de gran luz [330 m] preservando las delicadas ecologías de las orillas del río que quedan a salvo. El tipo estructural elegido permite un tablero extraordinariamente esbelto que está suspendido del cable principal —dos elementos de ø200 mm— con dos tirantes de ø30 mm cada 12 m.