El programa de la vivienda desarrollada por Bernardo Cerrato ubica en la segunda planta la zona de día y las zonas privadas de la vivienda en la primera planta, ordenando por usos la distribución de los espacios interiores en función de las horas de luz natural y la intimidad requerida.
El patio central y el núcleo de comunicaciones de la vivienda se utilizan como catalizadores naturales del confort, logrando de manera pasiva beneficios en el comportamiento energético de la vivienda y apoyándose en estos dos elementos como fuente de iluminación, radiación y ventilación natural para los espacios interiores.
Casa en Guardamar del Segura por Bernardo Cerrato. Fotografía por Milena Villalba.
Descripción del proyecto por Bernardo Cerrato
El principal problema que presenta la parcela es que sólo dispone de una fachada estrecha en relación a la profundidad que tiene: unos 5 x 19 metros aproximadamente. Por otro lado, las diferentes alturas de los edificios colindantes hacían obligatorio el estudio minucioso del volumen resultante con el objetivo de lograr introducir la luz natural e intentar conseguir una ventilación natural a todas las dependencias principales de la vivienda.
Partiendo de un patio central como elemento clave que configura toda la casa y de la posición exacta del elemento de comunicación vertical, se consigue solucionar en gran medida el reto que nos encontrábamos: dotar a la vivienda de estancias amplias y confortables, hacer llegar la luz a las zonas que se ubican al final de la parcela y conseguir la privacidad necesaria a las piezas del programa que el cliente requería.
A nivel programático, se estratifica la planta por usos en función de las horas de luz natural que penetra en la vivienda y la intimidad requerida, dando como resultando una inversión del programa que comúnmente suele ir en cada altura: en planta primera se ubican los dormitorios y las estancias más privadas, y en la planta segunda la zona de día.
Siguiendo principios básicos de la termodinámica, logramos de manera pasiva beneficios en el comportamiento energético de la vivienda: nos apoyamos en este patio para usarlo como fuente de iluminación y radiación abriéndolo a sur, y de ventilación natural inducida creando un desplazamiento del aire al comunicar la fachada en planta baja, mediante un cerramiento permeable, con el patio interior abierto sólo en su cota más alta; y junto con el núcleo de comunicación vertical, a modo de chimenea, se genera el desplazamiento del aire por la diferencia de densidades de éste y la depresión que sucede.
En definitiva, se pretende que estos dos elementos sirvan como catalizadores naturales del confort.