La vivienda consta de tres pisos con diferentes programas. Una planta sótano con un espacio de almacenaje y de ocio, dado que su estructura y disposición enterrada reduce la temperatura en los días más calurosos, manteniendo el «frescor». En la primera planta nos encontramos con una cocina en el centro de la planta a la que se accede desde el patio, esto genera una continuidad con la galería y el patio central. Siguiendo en la misma planta nos encontramos con una sala de estar ( conectada a la cocina) y dos habitaciones con sus aseos. La segunda planta esta destinada al ocio y el descanso, tres habitaciones y una sala complementan la ultima zona de la casa.
Las arquitectas intervienen en la vivienda dando mayor importancia a los materiales locales, lo que reduce la huella ecológica y supone un importante apoyo a los oficios de la zona y manteniendo la esencia de la antigua vivienda. Para completar, se utilizan tejas de construcciones antiguas dando una nueva vida a las materias. Las baldosas, las carpinterías, la pintura, la piedra de la vivienda también son elaborados por artistas locales al igual que gran parte de los detalles del interior, que han sido realizados por un herrero.
Descripción del proyecto por Ara González y Noa González
La Casa de la Sevillana, así se denomina en el catálogo de bienes Históricos de éste pequeño municipio de Cuenca, es una imponente casa palacio del S.XVII. Antaño casa del cura o del farmacéutico, en la actualidad un joven y dinámico empresario que apuesta por el desarrollo rural ha promovido su rehabilitación para vivienda.
El proyecto sustrae más que añade, eliminado algunos desaciertos realizados en intervenciones anteriores, y tratando de respetar la esencia de la vivienda original.
En la experiencia de la casa, caminando por las estrechas calles sorprende la impresionante portada de su fachada, conservada en perfecto estado. En el interior de la vivienda, destaca la organización en tres cámaras longitudinales con gruesos muros de carga, organizados en torno a un patio central. Consta de una galería con columnas de piedra en planta baja y galería de madera popular en planta primera. Estas se ponen en valor, dejando las columnas exentas y situando una galería acristalada retranqueada, fomentando la relación entre el interior y el exterior.
Casa de la Sevillana por estudio Primitivo González / e.G.a. Fotografía por Luis Díaz Díaz.
Se sitúa la cocina en el centro de la vivienda, generando una continuidad con la galería y el patio central. Se introduce luz mediante un lucernario y un suelo de vidrio en la planta primera, la luz llega hasta la cocina en planta baja, introduciendo una luz que matiza la atmósfera sosegada de los espacios vernáculos que atraviesa.
Se crea una nueva conexión entre la cocina y la bodega, anteriormente con una deficiente accesibilidad. En la bodega se recupera el suelo original. Un tratamiento sencillo del espacio destaca la hermosa bóveda de cañón.
Todas las habitaciones tienen un trato similar, aunque individual. Pavimentos neutros y pintura de paredes dan un aspecto homogéneo a toda la casa, pero pequeños detalles diferencian cada estancia. La biblioteca y la sala de juegos adquieren un tratamiento distintivo como resultado del uso de pisos azules y detalles en una estantería existente reubicada.
Casa de la Sevillana por estudio Primitivo González / e.G.a. Fotografía por Luis Díaz Díaz.
Para recuperar la esencia de la vivienda se utilizan siete estrategias:
Sustracción. Eliminación de todos aquellos elementos que desvirtuaban el carácter original (falsos techos, cerramientos de huecos, rejas interiores, etc).
Reparación. Reparación de elementos en mal estado (cosido de grietas, eliminación de ménsulas no originales, eliminación de balcones no originales e inseguros).
Mejora energética. Aislamiento de cubierta; homogenización de carpinterías para mejorar el comportamiento energético, con el despiece más sencillo posible en madera; incorporación de protecciones solares tradicionales según la orientación; instalaciones eficientes; sectorización de la vivienda, para calentar estancias según el uso eventual o continuado.
Actualización. Los espacios preexistentes se reconsideran y modifican para cumplir las necesidades actuales, y una relación actualizada entre los espacios de ocio y el medio rural.
Incorporaciones contemporáneas. Se incorporan varios elementos contemporáneos. Esto no tratan de emular el pasado, sino convivir con él.
Casa de la Sevillana por estudio Primitivo González / e.G.a. Fotografía por Luis Díaz Díaz.
Construcción local. La obra ha sido ejecutada por oficios locales, dando prioridad a materiales del entorno próximo. Por ejemplo, para completar las tejas que faltaban se utilizan tejas viejas de demoliciones locales; las baldosas de cerámica proceden de un artesano local; las carpinterías, la pintura, la piedra o las protecciones solares se eligen cuidadosamente de fabricantes cercanos. La mayor parte de los detalles interiores de la vivienda han sido realizados por el herrero que arregla las máquinas agrícolas.
Encuadre selectivo. Se realiza una selección cuidadosa de qué elementos antiguos quedan vistos y cuales se pintan. Esta selección y encuadre selectivo genera una imagen unificada, y un diseño de interiores de bajo presupuesto, dando valor a los elementos tradicionales preexistentes.