En cuanto a los materiales, destaca el uso de la madera en la mayoría de los elementos que componen el espacio. El color blanco de las paredes resalta con respecto a los muebles que se encuentran en los laterales, mientras que el suelo de color rojo destaca el carácter escultórico de la pieza principal.
Descripción del proyecto por BABELstudio
Oslo Cowork, es un espacio minimalista y compacto diseñado por BABELstudio, que funciona al mismo tiempo como estudio del fotógrafo de arquitectura Erlantz Biderbost y como coworking. Situado a lo largo de la Ría del Nervión en Bilbao, el estudio se encuentra en el barrio de Olabeaga, lugar que en el pasado perteneció al tejido industrial de la ciudad y que aunque posteriormente quedó relegado al olvido, hoy en día está siendo redescubierto y revitalizado.
El programa de necesidades ofrecido por la propiedad buscaba integrar de tres a cinco espacios de trabajo, una zona de reuniones que sirviera a su vez de área de descanso, un office, un baño y una gran zona de almacenaje, todo ello en una superficie útil de 39 m² con doble altura.
Debido al reducido espacio en planta, la decisión de ejecutar dos niveles aprovechando la doble altura del local condicionó el proceso proyectual desde el primer momento. Desde el inicio se decide elevar la zona de reuniones y descanso para separarla del área de trabajo, situada a pie de calle.
En lugar de desplazar la entreplanta hacia el perímetro del local, BABELstudio decidió organizar el espacio alrededor de un volumen exento central que contuviera todos los usos secundarios y sirviera además de acceso a la planta superior. Mediante la separación creada entre volúmenes y paredes, se potencia la doble altura creando una configuración espacial particular que busca la expresividad de las proporciones.
La zona de acceso, la estantería y la zona de trabajo de la planta baja enmarcan el volumen central. Una línea de mesas a cada lado, compuesta por varias mesas plegables diseñadas especialmente para el espacio en colaboración de Proyecto Veta, ofrecen gran flexibilidad a la hora de lograr diversas situaciones de trabajo y posibles eventos, así como exposiciones cuando las mesas están plegadas en su totalidad.
Desde el nivel de la plataforma que alberga el espacio destinado a reuniones y zona de descanso se puede observar, a través de la fachada de doble altura, la isla de Zorrozaurre. La perfilería de la estructura de madera de la fachada está diseñada de manera que su separación permita una vista abierta hacia la Ría en el nivel superior, mientras que se estrecha lo suficiente para garantizar la privacidad de la planta baja.
Los acabados utilizados en el interior se reducen al mínimo, baldosas hidráulicas de color rojo sangre hechas a mano, madera de fresno para el volumen central, mesas y estantería combinadas con detalles en latón. Los interiores del volumen central se diseñan en verde oscuro contrastando con el pavimento rojo y las piezas de latón. El zócalo que recorre el perímetro refleja los bloques de hormigón originales que se han mantenido en el techo. En la plataforma se opta por colocar una moqueta de color gris para obtener una atmósfera más privada y relajada.
El proyecto, y por tanto la elección de los materiales, se ha realizado con el objetivo de crear un estudio luminoso y minimalista que resulte adecuado para la concentración en el trabajo y que a la vez ofrezca una atmósfera acogedora y de calma.