La vivienda se articula sobre la pieza de la cocina, que hace las veces de recepción al visitante mediante una pieza escultórica que organiza el espacio. El recorrido parte de este espacio para acabar difuminando su singularidad hacia las diferentes zonas en las que se utiliza la madera de roble natural para realizar el pavimento, los revestimientos verticales y el mobiliario, convirtiéndose en co-protagonista de un cálido espacio interior.
Vivienda en el Ensanche por NOS Arquitectura. Fotografía por David Zarzoso.
Descripción del proyecto por NOS Arquitectura
Ubicada en un edificio señorial, la vivienda se articula sobre la pieza de la cocina, que hace las veces de recepción al visitante mediante una pieza escultórica que organiza el espacio.
El proyecto surge de la necesidad de actualizar los espacios de una vivienda que había quedado totalmente obsoleta, dando respuesta a las necesidades de su actual propietaria. A partir de un programa de necesidades claro y escueto, se plantea una distribución mucho más diáfana, eliminando la excesiva compartimentación de la vivienda original.
Vivienda en el Ensanche por NOS Arquitectura. Fotografía por David Zarzoso.
El acceso a la vivienda se produce de manera directa al espacio de cocina que articula la zona de día y la zona de noche adquiriendo, de este modo, un protagonismo absoluto. La idea de proyecto se origina a través de esta premisa, singularizando la cocina y tratándola como un vestíbulo, por lo que se diseña de manera que se perciba como una pieza de mobiliario escultórica.
La isla se trabaja como si de un bloque de piedra macizo se tratase, mimetizando la zona de cocción. La elección de materiales destaca la pieza y la singulariza en el espacio, aportando fluidez entre las áreas de la vivienda.
A medida que se avanza en la vivienda es posible ir descubriendo detalles y ambientes que enriquecen la espacialidad del conjunto. Un corredor distribuye los diferentes usos, recorriendo una sucesión de patios que juega con la iluminación a través de celosías que aportan la privacidad necesaria.
Vivienda en el Ensanche por NOS Arquitectura. Fotografía por David Zarzoso.
El recorrido de la vivienda culmina en una sala de trabajo que se ilumina a través de un gran hueco frente al que se dispone un banco en toda su longitud, que invita a la reflexión y descanso. Esta sala sirve de filtro para la zona más privada e íntima de la vivienda: una pequeña terraza a la que se vincula una sala de estar, que recibe la luz del atardecer a través de la tranquilidad del patio de manzana y en la que se han preservado los vestigios de la vivienda original, dejando paredes y techos al descubierto.
El uso de la madera, de roble natural, es constante en la vivienda, llevándose al plano del suelo, revestimientos verticales, armarios y cocina, y la incorporación de una celosía que tamiza las visuales en los patios de luces, a la vez que permite la entrada de luz con huecos de suelo a techo. En el comedor, este elemento de celosía adquiere la función de biblioteca.