Todo el edificio se construye empleando madera local, tanto en la estructura prefabricada de paneles de madera contralaminada CLT como en aislamientos y revestimientos interiores, lo que permite que la obra se complete en un breve espacio de tiempo reduciendo al máximo el posterior mantenimiento del edificio. Además, esto se combina con otras estrategias como la correcta orientación, el diseño de una envolvente muy eficiente o el uso de los estándares Passivhaus que consiguen reducir al máximo el consumo del albergue.
Descripción del proyecto por Ignacio Ibarretxe Pariente e Iñaki del Prim
La Casa del Peregrino de Zegama es un equipamiento terciario certificado Passivhaus Classic, promovido por el Ayuntamiento de Zegama, cuyo programa es el de Albergue para los peregrinos que realizan el Camino de Santiago por el trayecto que discurre por el interior del País Vasco. Para la construcción de sus 126 m2 construidos se ha utilizado masivamente la madera, tanto como sistema estructural, mediante estructura muraria de CLT de origen local, como para el aislamiento del mismo, subestructuras y acabados.
En la concepción del edificio dos condicionantes impuestos por parte de la Administración Pública Municipal fueron determinantes. Por una parte, el edificio debía certificarse Passivhaus como garantía del compromiso del Ayuntamiento con la sostenibilidad y la calidad de las inversiones municipales. Por otra parte, el albergue se iba a ubicar en una parcela situada junto al Museo de la Madera de la localidad, por lo que debería ser construido con madera de origen local, pino radiata.
El edificio se ubica por tanto junto al Museo de la Madera, dotación cultural referente en la comarca, y al Cementerio de Zegama, a las afueras del municipio, en la entrada al Parque Natural Aizkorri-Aratz. Esta condición de puerta al parque se manifiesta en su configuración como pabellón compacto construido y materializado en madera de pino radiata tanto en su interior, como sobre todo en su exterior.
Para la ubicación del edificio en la parcela, se ha buscado un desarrollo “óptimo” de la edificación en su configuración posicional, la cual sigue un eje suroeste-noreste, con su fachada principal abierta al sureste, y una inclinación ideal de la perpendicular a esta fachada respecto al eje sur cercana a unos 17,5º. Esta disposición permite asegurar la aplicación de aspectos de control climático pasivos mediante aleros, aperturas de hueco dimensionadas en función de las orientaciones, ventilaciones en componente norte propiciando ventilación refrescante nocturna, etc. Gracias a este posicionamiento, y a la compacidad del edificio, se pudieron dimensionar las ventanas de la orientación suroeste, tanto en tamaño como en profundidad, para que no se necesitara sombreamiento exterior, así como la adecuada posición de un alero fijo en la orientación sureste, teniendo resuelta la protección pasiva frente al posible sobrecalentamiento en verano.
El programa del Albergue satisface las necesidades planteadas por el Ayuntamiento mediante dos dormitorios comunales de 6 literas cada uno, dotando al edificio de una ocupación máxima de 12 peregrinos, espacio de estar-comedor y cocina, así como dos baños, uno de ellos adaptado para el uso de minusválidos.
El edificio, por tanto, da respuesta a las necesidades de Albergue de Peregrinos para 12 personas, con especial incidencia en aspectos medioambientales y de sostenibilidad, ejecutando un edificio de Consumo Casi Nulo, con certificación Passivhaus. En el sistema constructivo predomina la utilización de la madera local, tanto en la estructura prefabricada de Paneles de Madera Contralaminada CLT, que permite el desarrollo de las obras en un plazo muy breve de tiempo, así como en aislamientos y en revestimientos sin mantenimiento. Para ello se utilizan diferentes estrategias que tienen que ver con la correcta orientación, con el estudio de una envolvente altamente eficiente, con un buen factor de forma y cumpliendo estrictamente los requisitos y estrategias de diseño del estándar Passivhaus. Además, existe la posibilidad de complementarlos con aspectos bioclimáticos, tanto de funcionamiento solar como de construcción sana, todo ello con unas necesidades de mantenimiento muy bajas.
El edificio se ha desarrollado de este modo actuando de manera especial sobre los elementos que forman la envolvente del edificio, su piel en contacto con el medio. De este modo, valorando el aporte natural de radiación solar, generando protección al sobrecalentamiento en los huecos y disminuyendo las pérdidas por sus cerramientos se consigue un rendimiento energético óptimo, con una baja carga de sistemas activos.
Por último, y debido al uso tan variable y cambiante del edificio, se han propuesto unas instalaciones de ventilación con recuperación de calor Zehnder ComfoAir Q450 HRV y climatización que den respuesta con agilidad a los diferentes escenarios de uso, a la vez que ayuden a contrarrestar las diferentes inercias térmicas de los sistemas estructurales del edificio. Por tanto, la climatización del edificio se propone mediante una solución de losa activa de cimentación alimentada por aerotermia aire-agua, con el apoyo de una climatización por aire vinculada a la ventilación mediante fancoils para los picos de ocupación, que garantice el confort tanto en invierno como sobre todo en verano mediante el necesario aporte de refrigeración.