El stand es una inmensa área circular que cubre más de 2.000 m2 en dos niveles y que está enteramente rodeado por un muro curvo de 7 metros de altura y 155 metros de circunferencia. Está hecho a base de 253.231 reflectores con una superficie a modo de espejo que simboliza el aspecto tan característico de la marca, y en esos reflectores de 60 mm, 22.856 LEDs se posicionan sobre el muro.
En el stand se muestran las colecciones de relojes y joyería, se trata de una referencia poética al concepto de la firma de la marca Swarovski. Los visitantes entran a su mundo a través de un velo de iluminación del baño de luz.
Con la curvatura y dinamismo de las luces, los visitantes están envueltos en la chispa y la experiencia que crea la luz como si entraran dentro de un deslumbrante cristal que simboliza el mundo Swarovski de iluminación y de búsqueda de la belleza.
Para reflejar la fachada dentro del stand, se coloca un muro de cristal que también sirve como elemento divisorio para la entrada VIP y las zonas de bar. Los muros de cristal consisten en un total de 34.000 cristales cortados usando la misma geometría, una forma hexagonal como en la fachada reflectante y que ha sido producida por Swarovski, Wattens in Austria.
El interior del stand está decorado con 40 vitrinas independientes diseñadas por Tokujin Yoshioka. Su inspiración para el diseño de la vitrina proviene de la forma de dicha estructura cristalina.