Este nuevo sistema es aplicable tanto en nuevos edificios como a otros preexistentes, el procedimiento consiste en convertir la luz natural en biomasa y calor.
Idea de proyecto. Imagen © cortesía de ARUP.
Cómo funciona SolarLeaf:
Los fotobiorreactores planos son muy eficientes para el crecimiento de algas y necesitan un mantenimiento mínimo.
Los biorreactores de SolarLeaf tienen cuatro capas de vidrio. Los dos paneles interiores tienen una cavidad con capacidad de 24 litros para hacer circular el cultivo. Cualquiera de las partes de estos paneles, protegidas con aislantes de argón, ayudan a minimizar la pérdida de calor. El panel de vidrio frontal es de vidrio antirreflectante blanco, mientras que el vidrio en la parte posterior se puede integrar tratamientos decorativos de cristal.
El aire comprimido se introduce en la parte inferior de cada biorreactor a intervalos. El gas se presenta como grandes burbujas de aire y genera un flujo de agua hacia arriba cuya turbulencia sirve para estimular el consumo de las algas de CO2 y de luz. Al mismo tiempo, una mezcla agua, aire y cepillos de plástico lava las superficies interiores de los paneles. SolarLeaf integra todas las tuberías de servicio para la entrada y salida del cultivo y el aire en los marcos de sus elementos.
Texto.- ARUP.