Esta concepción de la vivienda desarrollada por Irene Castrillo y Mauro Gil-Fournier, del estudio SIC, permite proporcionar una atmósfera interior no solo climática, sino también funcional y habitacional propia según los gustos y necesidades de cada usuario en un momento dado. Esta adaptabilidad es posible gracias a la deslocalización de las actividades domésticas que tradicionalmente se daban en un espacio determinado de la residencia.
El conjunto se articula alrededor de la estancia "playground", la zona de mayor ambigüedad, que se relaciona con las zonas más privadas como un único ambiente. La nueva construcción mediterránea globalizada se resuelve como una estructura metálica cubierta por chapa y plásticos de diferente opacidad, que permite una relación visual con el exterior más indeterminada o inclusiva según el ambiente deseado.
Descripción del proyecto por Irene Castrillo y Mauro Gil-Fournier, de estudio SIC
La casa es hoy un dispositivo donde diseñar tu propio clima. Esta oportunidad modifica el propio papel del arquitecto en el diseño de la vivienda, en favor de una mediación para el diseño de un clima personal y cambiante fuera de las estaciones. Lo estacional ha desarrollado un urbanismo intenso y extensivo en la ciudad de Vinaroz. La casa, como los cruceros en el mediterraneo, quiere desestacionalizarse.
Memoria
La casa simultanea una forma particular de urbanismo que se está dando en Vinaroz, y en otros lugares de la costa de Castellón. La ciudad ha desarrollado un urbanismo compacto y extensivo al mismo tiempo basado en la temporalidad de las dos principales estaciones locales del año. Son dos tipos de vida en el mismo lugar. La que se organiza en torno a lo urbano y lo formal, y la que se organiza en un ambiente más informal y hedonista. En el centro se acumulan torres de vivienda y la ciudad horizontal elimina la diversidad de huertos frente al mar construyendo una urbanidad desprovista de calles y espacio público derivado del uso intensivo de los antiguos caminos ahora asfaltados para el paso de los vehículos. En este contexto las residencias de los meses cálidos de los habitantes de Vinaroz o las segundas residencias de visitantes del interior hacen que aparezca una ciudad con dobles infraestructuras habitacionales diferentes.
La casa sin estación se desmarca de este hábito para considerar una atmósfera propia, doméstica, adaptable y resiliente en todas las estaciones del año haciendo de ella un dispositivo para la creación de un clima propio y particular para cada habitante. Una casa sin exterior, pues todo lo exterior es susceptible que suceda dentro.
Domesticidad aumentada
Esto se amplía al llevarlo no solo al diseño del clima propio mediante los diferentes sistemas elementales de apropiación o extensión del aire, la luz, la radiación; sino a los diferentes hábitos domésticos, públicos, íntimos de la casa en relación con todos los agentes que la ocupan de una forma temporal con mayor o menor intensidad.
La deslocalización de la domesticidad del cliente que se reparte entre su práctica: vuelos, ciudades, trabajo, intimidades itinerantes, no permite construir una domesticidad del día a día cercana y localizable. La casa, como punto de paso, construye una domesticidad aumentada. Es por esto, que la Seasonless house no se habita. Se habitan las prácticas y no la casa que permanece como dispositivo en continuidad con los hábitos globales de su habitante y la posibilidad de reproducir otros climas que pueden entrar en contradicción con los existentes en Vinaroz.
Dentro de este sistema, la casa construye un gran playground que hace de la fuerte pendiente del terreno, un lugar desde el que observar e incluir el paisaje en la casa, sin ser observado con claridad desde la calle. Es en este playground donde se plantea una forma de habitar con el paisaje más indeterminada y polifuncional. Las actividades no tienen un lugar específico para desarrollarse sino que en función de los aspectos locales, vistas, clima y privacidad, permiten desarrollar el proyecto como un paisaje de acontecimientos domésticos variables en función del deseo, necesidad u optimización. Donde la actividad puede expandirse o contraerse de una manera fácil y rápida. Es en este lugar donde se diseñan “la mesa lejana” o “las lámparas buscadoras de calamares” como dispositivos de gran escala para la interacción del playground.
La planta de arriba en dos alturas diferentes cubre el playground conectándolo con las actividades más privadas. La realidad superpone ambas en un solo ambiente continuo sin límites. Se come arriba y se duerme en el sofá. Se lee en el patio de atrás y uno se ducha en la fachada.
Una construcción global mediterraneizada
¿Qué no es la globalidad sino una casa de chapa ondulada y plástico? Millones de personas viven bajo este paraguas elemental. Pero este sistema puede ser muy informal o más sofisticado y eficiente. La casa sin estación es también una casa sin lugar, un dispositivo mediterraneizado. El blanco, eficiente por cuestiones climáticas y de radiación solar lo es también como elemento singular en la itinerancia de su habitante. Su ejecución: un sistema de construcción estandarizado y modulado, personalizado para las necesidades concretas para esta vivienda. Construida de dentro a fuera, con dobles muros de policarbonato celular, filtros sencillos de policarbonato ondulado, chapas metálicas engatilladas, vidrios diferentes en función del clima contiguo a ambos lados del mismo. Los agro-textiles disipan la radiación o la acumulan. Una casa abierta y cerrada simultáneamente. Que transpira donde parece cerrada y es hermética donde parece abierta. La casa posee una estructura de espera preparada para cuando el cliente disponga un nivel mayor de eficiencia energética.
El clima es un conformador de espacio espontáneo. En las ciudades, en el espacio público, también en las casas. Todos somos arquitectos de interiores de nuestros receptáculos simbólicos, sonoros, espaciales y la casa es un telón de fondo para ser desarrollados. Seasonless house esta desnuda, casi virgen; el proyecto acaba de comenzar.
CRÉDITOS. FICHA TÉCNICA.-
Arquitectos autores.- Irene Castrillo Carreira y Mauro Gil-Fournier Esquerra.
Arquitectos colaboradores.- Mª Eugenia Castrillo.
Arquitectos técnicos.- Proyecto.- José María Herás - Obra.- Cesar Villalonga. Cota Zero.
Estructuras.- Francisco Fiol. Fitconsult, sl.
Fotografías.- José Hevia.
Obra.- Vivienda unifamliar.
Lugar.- Vinaroz, Castellón, España.
Año.- 2011-2013.
Superficie.- 361,29 m².
Presupuesto.- 1237,23 €/m².